My self

Capítulo 16: los misterios y la atracción

Scott también comprobó a través de sus ojos amarillos lo que Derek momentos atrás. Le dedicó una mirada de preocupación a su jefe, quien asintió y se levantó del sillón. Stiles se dirigió a él preocupado, por el momento el color sobrenatural de sus ojos se había apagado. No es que lo pudiera controlar ni mucho menos, pero solamente había ocurrido y lo pudo sentir. 

-¿Qué es Deaton? ¿Qué me está pasando? - preguntó alterado Stiles, estaba inquieto pero por el momento no había vuelto a sentir las oleadas de calor. 

- Creo que el espíritu de un zorro se alojó en tu cuerpo. Podría haber sido una víctima anterior del Nogitsune, que había sido consumida totalmente por él. Quizás al quitarlo a la fuerza de tu interior, dejó algunas cosas atrás. En este caso, como sabrán, de los distintos tipos de Kitsune que existen y conocemos, éste es de fuego.  - Hizo una pausa para que todos los presentes procesaran la información - Scott y yo vamos a investigar en la Veterinaria, en algún lugar debe estar escrito algo que nos pueda ayudar. Stiles, necesito que mantengas la calma mientras tanto. Vamos a encontrar la forma de separarlo de vos. -  Al terminar se dirigió a Scott que tácitamente aceptó la orden de su jefe y lo ayudó a cargar el bolso. 

Scott se sentó al lado de Stiles en el sillón, Derek seguía quieto en su lugar. Cosa que no sorprendía a nadie porque era lo que solía hacer: pararse a observar las situaciones y pensar en silencio. 

Pasó su brazo por los hombros de su amigo y lo miró de cerca.

- Stiles, todo va a salir bien, estoy acá ¿Si? - dijo casi susurrando. El pálido aún estaba atónito asimilando la información de Deaton. Un Kitsune, un jodido zorro de fuego. Dentro suyo. De un humano. Fuego + Stiles = problemas. Pensó. Haciendo un esfuerzo le devolvió la mirada a su amigo, en la que encontró contención. Y una disculpa por no haber estado los últimos días. 

Ellos siempre habían sido así, se decían unas pocas palabras pero con gestos, abrazos y miradas se decían mucho mucho más. Así que asintió, y lo abrazó. Para que quedara todo dicho. 

- Gracias, lo sé. - le dijo con un hilo de voz. 

Luego del abrazo emotivo, Derek acompañó a los otros dos a la puerta. Que cerró tras él momentos luego de que se fueran. Volvió al living y se sentó junto a Stiles que no le había quitado la vista de encima todo ese último rato. Ahora parecía apenado.

- Stiles... Yo...- empezó pero se vió interrumpido por la mano de Stiles cubriendo su boca. Alzó las tupidas cejas en un gesto de sorpresa y gracia. Le divertía que se mostrase rebelde con él. El menor miraba su mano, con un dejo de sorpresa por haberla puesto ahí impulsivamente. Era ahora o nunca. 

- No, yo soy el que tiene que hablar. Y te debo una disculpa. - suspiró, estaba un poco agitado - La otra noche... Me comporté como un idiota. Incluso después de que me cuidaste todo ese tiempo sin pedir nada a cambio. Supongo que recordarlo por mi cuenta, y que no me lo hubieras contado fue lo que más me molestó. Y suponer que lo habías hecho para sacar beneficio.  - hizo una pausa, Derek lo miraba con una calma contagiosa y cálida - Sentí todo ese dolor junto y no fue hasta después que me dí cuenta lo que cargaste estos años solo. Y me sentí el mayor hipócrita del mundo, porque yo sé lo que es perder a un ser querido. En fin, lo que quiero decir es que me alegra. Me alegra mucho que hicieras lo que tuviste que hacer, para salvarme y de paso salvarte. - Dijo finalmente un poco sonrojado, apartando la vista de la del lobo porque era muy intensa y lo incomodaba. 

Quería decirle algunas cosas más, pero ya era ir muy lejos. Sabía que Derek había cambiado, lo podía sentir. Pero no sabía hasta donde se podía abrir. Le hubiera dicho que se sentía más cercano a él ahora que había sentido lo que él había pasado, lo mucho que lo comprendía. 

Retiró lentamente la mano que cubría los cálidos labios de Derek, quien acto seguido, se abalanzó a él y lo abrazó rodéandolo por los hombros. Stiles esta vez respondió al abrazo más rápido, pasando sus brazos por los costados del mayor y sosteniéndose de sus amplios hombros. Lo había perdonado, lo sabía. Se apoyó en su hombro y respiró el perfume directamente de su cuello. Se sorprendió de lo mucho que había percibido de una sola inspiración, al parecer sus sentidos eran ahora más agudos. 

Olía agradable como a madera, libros viejos y cacao amargo. Disfrutó el aroma mientras trabajaba en regularizar sus latidos. No podía evitar agitarse al estar tan cerca del lobo. Y saber que éste lo notaría no ayudaba en nada. 

Derek estaba agradecido. Últimamente se sentía así seguido y en especial, hacia Stiles. Estaba sin duda atravesando una nueva etapa de su vida, y poder compartirla con alguien de su manada era simplemente maravilloso. Era algo para agradecer. 

Su lobo interior también estaba agradecido, pero también frenético. El Kitsune le daba curiosidad, el olor a poder le resultaba muy atractivo. Quería estarle encima a Stiles todo el tiempo, a Derek le había costado contenerlo durante la larga charla con Deaton y Scott. Sólo quería echarlos y quedarse cerca del menor. Se preguntó si sería el único que sentía eso. Pero pronto dejó el pensamiento ir, no quería preocuparse por nada en ese momento. 

Lentamente Stiles se hechó un poco hacia atrás sin soltarlo. Sus ojos eran fuego otra vez, y se encontraron con los esmeralda del lobo. Sintió calor surgiendo otra vez en su pecho, pero uno mucho más aceptable, abrazador pero no violento. Derek estaba perdido en las llamas que proyectaban los ojos de Stiles, en su peligrosamente atrayente perfume. Bajó un poco la vista a los tiernos labios del menor. 

Y de tanto que se dejó ir,  por el descuido su lobo tomó control y lo empujó hacia adelante. Lo suficiente como para unir sus labios a esos tan tentadores que tenía delante suyo.