Es asombroso como el tiempo pasa tan rápido, Alec y yo llevamos 2 meses saliendo, bueno en realidad ya no estamos solo saliendo porque hace 1 semana Alec y yo decidimos formalizar nuestra relación.
Estos dos meses a su lado han sido los mejores, no solo porque saliéramos varias veces en cada semana sino porque él me hacía sentir bien, me hacía sentir bonita, importante, querida pero por sobretodo amaba poder ser yo misma con él, Alec es una persona maravillosa creo que es como una luz en toda la oscuridad por la que había estado pasando, justo cuando creí que ya nada tenía sentido, cuando estaba por rendirme completamente, apareció él tan increíblemente guapo con sus ojos tan azules como el cielo, él en ese momento llegó para salvarme, mi ángel, es lo que él es para mi.
Yo quería mucho a Alec, él se había convertido en mi ángel guardián, mi protector.
Tocaron la puerta del apartamento, sacandome de mi ensoñación con mi novio.
Fui a abrir y me encontré al dueño de mis pensamientos, recostado en el marco de la puerta.
-Hola, bonita.
-Hola Alec -Saludé dándole un casto beso en los labios.-No te esperaba ¿Pasó algo?
-Solo quería darte una sorpresa y quería decirte algo.- Dijo sonriendo.
-Claro, ven pasa.-Una vez dentro nos sentamos en el sofá.-Y bien qué querías decirme, amor.
-Bien, hablé con mis padres, y les dije que tengo novia...
Asentí para que continuara.
-Y...quieren conocerte, cielo. Mi madre está muy emocionada por saber quien es mi novia.
Yo no sabía que decir, eso fue algo que no vi venir.
-Ehmm... Yo no sé que decir ¿Crees que es momento de conocerlos?
-Solo si tu estás lista, claro.
-No, no, quiero decir que si pero y ¿Si no les caigo bien?
-Amor, claro que les caerás bien, ellos van a adorarte, eres maravillosa, y de seguro mi madre estará encantada contigo. Porque tu eres sencilla, hermosa, eres una profesional e independiente.
-Realmente crees eso.
-Por supuesto que si, mi Bella.-Dijo abrazandome.
-¿Cuándo será el día?
-Este sábado.
-¿Qué? ¿Tan pronto?
-Si, te dije que ellos están muy ansiosos por conocerte.
-Y vaya que lo están, solo faltan dos días para el sábado. ¿Tengo que ir vestida de alguna forma especial?
-No, no será necesario solo ve con ropa casual, es así como te conocí no, y quiero que ellos lo vean también. Pasaré por ti a las 8pm.
-Ok, y ¿Cómo te fue en el trabajo?- Dije rescostandome en su pecho.
-Bien, la empresa va bien aunque James no deja de ser un verdadero fastidio.
-Pff otra ves ese hombre es que realmente no sabe hacer otra cosa que no sea molestar la vida de otras personas.
-Si lo sé, pero Banner es uno de los socios de la empresa.
-Si, no ayuda mucho que sea el hijo de uno de los socios. En fin ya no hablemos de él.
-Tienes razón hablemos de ti ¿Cómo te fue en el hospital?
Le conté que me había ido bien y que como el clima estaba cambiando habían algunos niños que iban por resfriados o tos.
Después de mudarme al apartamento fui a presentar mi currículum en el Medical Center de New York allí decía que había trabajado en el Medical Center de Los Ángeles. A los días recibí un correo del hospital donde me decían que había sido aceptada en el área de pediatría.
Luego de contarle a Alec como había sido mi día, le pedí que se quedara a cenar, cenamos juntos y luego nos pusimos a ver un poco de televisión.
-Bueno, amor ya me tengo que ir, ya es tarde y ambos debemos trabajar mañana.
-Si, tienes razon-Dije mirando el reloj eran las once menos cuarto, las horas con Alec se pasaban muy deprisa.- Te veo mañana- Le dije antes de besarlo. Nos separamos por falta de aire.
-Hasta mañana, te quiero, nunca lo olvides.
-Yo también te quiero.
.
.
.
.
Sábado
Hoy es la noche en que conocería a los padres de Alec. En ocasiones como esta necesitaba a Alice, ella siempre me ayudaba a vestirme, maquillarme y peinarme.
Pero ella ya no estaba, había recibido varias llamadas de ella al principio, igual que también recibía llamadas de Edward, hasta que cambié mi número, ese solo los tenían mis padres, Alec y mis colegas del hospital. Cada vez me duele menos lo que pasó con Edward, creo que al fin lo estoy superando y todo gracias a mi ángel, Alec.
Faltaban exactamente 3 minutos para las 8:00pm, sonó el timbre, tan puntual como siempre.
Abrí la puerta y ahí estaba él tan guapo como siempre.
-Hola, Alec.
-Hola, amor- Dijo tomandome de la cintura y posando sus labios sobre los míos.-¿Nos vamos?-Dijo sobre mis labios.
-Si, dejame ir por mi casaca y mi cartera.
Salimos del apartamento y bajamos por el ascensor. Llegamos al lobby y nos despedimos del Sr. Brown, quien estaba feliz con nuestra relación.
Salimos del edificio y subimos a su auto.
El camino fue en silencio, una hora después llegamos a una casa muy grande, Alec me ayudó a bajar del auto y fuimos hacia la puerta, tocamos el timbre y nos abrió una mujer de unos 40 años pero que se veía muy joven.
-Alec, hijo.-La señora abrazó a Alec. Y luego se volvió hacia a mi.-Tu debes de ser Isabella, vaya si que eres hermosa, Alec me ha hablado mucho de ti, es un gusto conocerte al fin.-Me dijo con una sonrisa y abrazandome.
-Es un gusto conocerla también señora Volturi.
-Oh no por favor Isabella llámame Sophi.
-Esta bien pero usted digame solo Bella.
-Claro, ah y tuteame por favor no soy tan vieja.
Reímos y nos hizo pasar, la casa era aún más hermosa por dentro.
-Hijo, has llegado.-Dijo un señor de cabello negro.-Oh y tu debes de ser Isabella.
-Un gusto señor.
-Llámame Aro no seas tan formal querida Isabella.
-Solo Bella por favor.
-Muy bien solo Bella, porque no pasamos al comedor.
-Si la cena esta lista.- Dijo Sophi.
La cena pasó entre conversaciones amenas.
Ahora sabía que la belleza de Alec era hereditaria, su madre era hermosa y Aro tenía los ojos tan azules como los de su hijo.
Llegó la hora de irnos y tuvimos que despedirnos.
-Gracias Sophi, Aro.
-No hay de que cariño, gracias a ti por venir y por hacer feliz a nuestro hijo.-Dijo Sophi.
-Exacto, no habíamos visto a Alec tan feliz desde hace mucho tiempo.
-Bueno mamá, papá debemos irnos antes de que se haga mas tarde.
Salimos de la casa, nos despedimos, subimos al auto y nos fuimos al edificio.
Cuando llegamos subimos al ascensor y llegamos hasta mi piso.
-Bueno, que tengas una buena noche, amor.
-Tu también duerme buen, cielo.-Respondí.
Nos dimos un casto beso y me adentré al apartamento.
Me fui a poner la ropa y decidí irme a dormir.
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Que tal chic@s espero que les haya gustado el capítulo...
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BrendisValeria.
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Mi ultima oportunidad de ser feliz
RomanceIsabella Swan tenía la vida casi perfecta; tenía unos padres que la amaban y apoyaban, era inteligente, trabajaba como pediatra en el hospital, y lo mejor de todo es que tenía a su lado a su mejor amigo; quien siempre estaba para ella y junto a ella...