Carl Powers: el primer asesinato de Moriarty

Jim Moriarty a los 11

James Moriarty siempre había sido muy hábil en el arte de dibujar. Cada uno tiene su propio estilo. El de Jim era algo excéntrico, algo macabro, pero sin dudas tenía un gran talento.
Todo artista tiene gente que lo aclama, en especial si se es tan joven como Jim. Al aburrirse en clases dibujaba. Como la mayoría de sus clases parecían ser ordinarias y aburridas, sus cuadernos tenían más dibujos que apuntes.
Estos dibujos, a pesar de ser muy buenos, daban algo de qué hablar para haber salido de la mente de un niño de 11 años. En otras palabras, los dibujos de Jim asustaban a la gente. ¿Qué es lo que dibujaba? Se estarán preguntando. Pues, cuerpos y esqueletos surrealistas, armas y planes inventados por él mismo. Puede que piensen que esto no es gran cosa, pero la verdad es que, para un niño de 11 años...
Por supuesto, esto llamaba la atención de sus compañeros de clase. Carl Powers se aseguraba de recordarle a todos lo raro que era James Moriarty. Por esta razón, Jim no tenía amigos. No es que disfrutara la soledad, pero no le molestaba el hecho de no tener amigos. Jim nunca le respondió a Carl de mala manera, a pesar de lo que sintiera. Es difícil adivinar lo que sucede en la mente de Moriarty.
Cualquier niño que sufriera de abuso en el colegio o escuela estaría afectado; lloraría, hablaría con sus padres, etc. Pero James no hacía nada de eso. Cuando más joven, los psicólogos habían señalado el alto coeficiente intelectual de James Moriarty. Él sabía que era inteligente. No iba a desperdiciar ese regalo.
Jim Moriarty planearía la forma de detener las risas de Carl Powers. Detendría a Carl Powers.