Para mi querido Arthur.

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1 de diciembre de 1941

Para mi querido Arthur Kirkland:

Ya han pasado 3 meses desde la última que nos vimos, pero para mí ha sido una completa eternidad, cada día pienso en ti, en tu sonrisa, en tu esencia, en tu presencia; eres la única razón por la que sigo adelante, sin ti posiblemente me derrumbaría, no soy tan fuerte como crees, soy débil pero gracias a ti me fortalezco.

Lamento que nuestra despedida fuera tan amarga, nunca me han gustado las peleas y menos si son contigo, pero admito que todo fue mi culpa ya que nunca debí haberte mentido.

Sabía que mis padres querían que me casara con Emily, pero yo siempre la vi como una amiga, mis sentimientos hacia a ella no van más haya de la fraternidad, mis padres lo saben pero aun así insistieron en que debía hacerlo, te lo oculte todo para que no te preocuparas, pero mis intenciones fueron en vano cuando lo supiste todo, solo que nunca pensé que reaccionarias así.

La primera vez que te vi, me di cuenta de que eras especial, no eras como cualquier otro chico o chica con el que alguna vez estuve, eras diferente, yo te quería, te ansiaba, te deseaba y todo eso se hizo realidad cuando por fin estuviste entre mis brazos.

A la corta edad de 23 años sé que esto es real, lo que existe entre los dos va más alla de lo físico, más que una atracción física, no eres solo mi otra mitad, eres mi todo.

Te amo, te amo más de lo que puedes imaginarlo, cada vez que pienso en todo el tiempo que me has dedicado me siento casi tan feliz como la primera vez que nos vimos hace 5 años, este tiempo ha sido el más feliz de mi vida y todo eso se debe a que he podido compartirlo contigo.

Quiero regresar a casa, quiero tenerte en mis brazos, quiero poder besarte, abrazarte y decirte lo importante que eres para mí, no quiero que seas de nadie más, te quiero solo para mí, sé que es muy egoísta de mi parte pero no quiero que nadie más vea esas cosas que solo yo sé de ti, te entrego toda mi ser esperando que también hagas lo mismo.

Las cosas se están poniendo duras, no soporto el intenso calor de Hawái, a pesar de que la base de Pearl Harbor es un hermoso lugar no soporto las prácticas de aviación, esto se debe a que mi traje me queda muy ajustado al cuerpo, el calor inunda todo mi cuerpo, me hace recordar aquellas vacaciones que los dos fuimos a la playa y vimos tantas parejas juntas, quería tomarte la mano pero no pude ya que es algo moralmente incorrecto pero yo no lo veo así, yo creo que el género realmente no importa cuando sientes amor por alguien, es triste tener que ocultarnos de todos para poder ser felices pero es algo que estoy dispuesto hacer por ti.

Una vez que todo esto acabe seria lindo pasar unas vacaciones contigo aquí en Hawái, los lugareños son personas muy amables, las playas son realmente hermosas al igual que todos los paisajes, además la comida es realmente deliciosa, sé que la pasarías muy bien aquí.

Quiero saber cómo están todos en casa, como estas, que es lo que estás haciendo, cuáles son tus planes para el futuro, posiblemente cuando regrese ya habrás terminado todos tus estudios por lo cual regresaras a Inglaterra, quiero seguirte, quiero ir contigo, así tenga que dejar a toda mi familia y amigos, si me quedo seré infeliz, seré obligado a vivir una vida que no quiero, tendré que casarme con Emily, comprar una casa y tener hijos, pero eso no es lo que quiero, te quiero a ti, sin importar en donde estés o a donde vayas te seguiré.

¿Alguna vez has pensado lo que sería que ambos tuviésemos una familia?, es una idea muy rara de concebir ya que no podemos tener hijos, aun así sería hermoso llegar exhausto a casa del trabajo y encontrarte esperando por mí, tener un perro, vivir en una casa en los suburbios y muchos amigos para compartir nuestras alegrías y felicidades, pero cualquier cosa estaría bien si se trata de estar a tu lado.

Arthur, ¿cuando llegue a casa me recibirás con los brazos abiertos? o simplemente ¿querrás irte y dejarme?, no lo entiendo, sé que me amas, pero aun así me duele el pensar lo que pueda ocurrir, quiero saber qué harás, una palabra es más que suficiente y la soledad que siento en este momento es mucha.

Sé que sientes lo mismo por mí, a pesar de que no me lo expreses con tus palabras lo expresas con tus actos, con tus expresiones, con tu mirada, al principio era difícil contenerme cuando te veía, creí que mis sentimientos nunca serian correspondidos pero me lleve una sorpresa muy grata al ver que sentías lo mismo por mí.

No puedo evitar quedar encantando al ver todas las miradas y gestos que me dedicadas cuando aún no éramos nada, me sentía muy nervioso por el simple hecho de estar a tu lado, no sabía cómo decírtelo, al fin y al cabo no fueron mis palabras las que expresaron lo que sentía por ti, tú me correspondiste de tal manera que caí ante tus encantos, solo tu sacas mi parte débil, eres especial no me canso de decirlo te amo más que a nada y a nadie en este mundo.

Mi mayor temor no es morir en combate, eso me haría un héroe en mi nación, mi mayor temor es perderte, sueños como esos son más recurrentes que los sueños en los que ambos estamos felices juntos, intento no pensar en eso aun así es muy duro.

Regresare a casa, regresare por ti y ambos iremos a Inglaterra, quiero ver todas esas cosas de las que siempre me has hablado, los grandes campos y las grandes ciudades, sé que serán muy distintas a las de América, me acostumbrare rápido, conseguiré cualquier trabajo y entonces viviré para ti, estos son mis planes para cuando esta infernal guerra termine, sé que tus estudios son muy importantes para ti y es algo que pienso respetar, quiero pasar el resto de nuestras vidas juntos, sin importar los problemas o adversidades sé que lo lograremos, pasaremos por muchas cosas pero aun así nos tenemos el uno al otro.

Me aferrare a la vida con todas mis fuerzas, voy a regresar a casa, volveré a verte y así podremos ser felices para siempre.

Tu héroe, Alfred F. Jones.

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