Todo comenzó en mi segundo año de secundaria, cuando pensé que mi vida seguiría siendo una basura aburrida como lo había sido siempre; lo que yo no sabía es que muchas cosas me esperaban.
Como toda chica normal, tenía un grupo de amigas, sacaba buenas notas en la escuela, disfrutaba salir con mis papás y todas esas cosas por el estilo pero tenía algo que no podía hacer a un lado y ese algo era que cuando me enamoraba no me atrevía a decirle ni siquiera a mi mejor amiga, siempre había tenido ese miedo inmenso que no podía controlar.
Resulta que el año anterior yo había estado mensajeando mucho con un chico muy lindo de la otra sección y me enamoré,pero después me di cuenta que el solo me veía en un plan de amigos y me rendí; a pesar de esto, no podía superar al chico pero no quería seguirlo molestando con mis mensajes así que lo dejé por mi propio bien.
El año siguiente (o sea segundo) toqué en la misma sección que el y la verdad no podía de la emoción pero seguía sin mencionarle nada a mi mejor amiga.