No me dejes - Benjali (Sin Editar)

5. "Luca"

Narra Lali.
Desperté ni bien lo sentí necesario. La verdad es que estoy con muy pocas ganas de mirar a alguien; siquiera vivir.
Bajé a la cocina e inmediatamente miré el reloj... 10:37 a.m.

-Laliiii!! --sentí una voz aniñada y unos pequeños brazos que me rodeaban--.

-¡Luca! --exclamé al mirar desde arriba esos pequeños rizitos dorados--.

-¿Están juntos tio? --el rubio mira sonriente a Benjamin, quien no devuelve buena cara--.

-¿De qué hablamos?

-Perdón --se disculpa él, y gira nuevamente a mirarme--.

-¿Y vos? --pregunté--. ¿A qué va esta visita? --le sonreí--.

-Luca va a quedarse con nosotros --habla Benjamin, logrando que lo mire--. Mi hermano va de viaje por veinte días con su señora.

-¿Estás de niñero? --sonreí--.

-Espero que me ayudes --sonríe de la misma forma, mientras conectamos miradas fugaces. Creo que mirarlo a los ojos es una debilidad--.

Los apartó y miró a su sobrino.

-Dale Luca, andá a bañarte y después comemos.

El niño obedece sin ningún gramo de queja.

-¿Querés que cocine? --pregunto. La mirada de Benjamin ya no es aprobación. Intenta ignorarme--.

-¿Vos? --ríe irónico. Levanta una ceja y se relame los labios mientras suspira y deja la chaqueta que acaba de sacarse en el sillón--.

Admiro cada uno de sus movimientos.

-¿Estás desvalorando mi forma de cocinar? --me hago la enojada--.

-Lali --me mira con un poco de fastidio. No lo entiendo--. Pedí pizza. Luca tenía ganas de eso.

-¿Qué te pasa? ¿Te molesta que te invada la casa? --ya me enojo--.

Sonríe de costado molestándome y,de una vez por todas, acaba con mi paciencia.

Apreté los dientes y dí un largo paso para prácticamente correr a la habitación y tomar mis cosas. En un acto veloz él se me interpone y me detiene tomando mi cintura. Su aliento choca con mi sien y un escalofrío recorre todo mi cuerpo.

-De acá no te vas --sentenció--.

-¿Por qué sos así? ¡Te contradecís!

-Lali, hay algo que me molesta --susurra, y me aleja de su agarre--. No esbozaste siquiera UN "gracias" después de todo. Yo también tengo orgullo Lali. Querría que... no que me des la razón, no pasa por ahí. Solo quería un "gracias" sincero. Pero no valoraste lo que hice por vos --mira mis ojos, baja a mis labios, y vuelve a mis ojos rápidamente. Sé que tiene una lucha interna por no acercarse--. Estuve en cada momento para ayudarte. ¿No lo ves, verdad?

Él me mira con tristeza y se aleja, dejándome con todas las ganas de responderle. Quiero pedirle perdón... Benjamin tiene razón.
Desde que se encargó de que me lleven al hospital, cuando estuvo ahí lo ignoré. Me ofreció su casa y le dije mil veces no. Ayer ni siquiera comí el sushi, siendo que él lo había pedido por mí.
No valoré eso. No le dije nunca "gracias". Y eso es muy extraño de mi. Me desconozco.

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Twitter.

Lali Espósito @laliespos
Las personas que están a mi lado cuidándome... son mi vida.

Las notificaciones empezaron a llegar enseguida. No había dado noticias desde hace una semana. Ni siquiera había tirado un tweet. Los fans estaban locos, de verdad. Me hacen muchas preguntas sobre todo.

Pasaron diez minutos de eso; de mi tweet, de mis pensamientos, de mi arrepentimiento. Pienso remediar mi actitud de no agradecerle.
Benjamin baja las escaleras con su sobrino en brazos. Mis ojos se achinan e inmediatamente empiezo a sonreír. Luca se baja de y se acerca, mientras que pequeñas gotitas de su pelo mojado caen sobre su remera.

-Vení Lali --agarra mi mano--. ¿Vamos a comer? --sonríe--.

-¿Y la pizza? --pregunté a Benjamin, quien contestó sin mirarme--.

-La buscamos hoy a la mañana. Está en la heladera --acaricia el pelo de su sobrino tratando de evitarme--.

-¿Querés que la ponga en el microondas?

Le sonríe a Luca y lentamente me mira.

-Bueno, está bien --asiente--.

Hago lo que dije y por fin nos sentamos a comer, luego de que Benjamin haya dejado los vasos sobre la mesa.

-¿Comemos? --pregunta--.

Asentí mirándolo a los ojos, lo que él trató de evitar pero no pudo. Mi subconsciente me dice que le pida perdón. Pero mi orgullo... me tira atrás.  No quiero perder la dignidad, y aunque ahora, mirando sus ojos, estoy segura de que me equivoqué, me cuesta pedirle perdón. No quiero, no puedo.  Pero tengo que hacerlo.