seven.

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Cuando Rubén apagó la cámara, no pudo evitar derramar algunas lágrimas.

Dos días después.

El apoyo de los fans hacia Rubius era inmenso.

Millones de Tweet's bonitos.
Edits maravillosos.
Vídeos.
Entre otras cosas demasiado lindas.

—Estoy con mi mamá, pero si quiereh, la dejo para acompañarte. —dijo Mangel a través de su móvil.

—No, no, si no puedes no. Yo iré solo o creo que ya tengo a quien me acompañe. —Rubén se acomodó su cachucha.

Mangel suspiró. —Está bien. Rubiuh... —le llamó.

—¿Qué sucede? —preguntó.

—Te quiero mucho, y suerte. —El oji verde sonrió.

—Te quiero más, y gracias. —respondió.

—Bueno, ya debo colgar porque mi madre me llama. —anunció el pelinegro.

—Okay, Adiós.

Rubén apagó las luces y cerró la puerta con llave para emprender camino al hospital.

—OH DIOS, ¿ME ESTÁS PIDIENDO A QUE TE ACOMPAÑE? —La voz de Shay sonó.

—Pues... sí. Camila está en Barcelona y llega mañana. Mangel está en lo de su madre, Alex también viajó a los Ángeles con Luzu y Frank. —dijo Rubén.

Aydeoh. Te juro que en cuanto te vea te abrazo. ¿me podrías esperar 5 minutos en el sol? Estoy cerca.

—Por supuesto, Adiós, juapa. —se despidió Rubén bromeando.

A unas 10 cuadras de la plaza del sol...

La rubia sonrió.

—De nada, buapo. —le siguió el juapo.

Escuchó la risa de Rubén, —Bueno, ya, Bye.

Colgó. La chica de ojos azules tomó sus cosas y se paró.

—¿A dónde vas, Shannon? —preguntó Maxine.

—Recordé que tengo un pendiente. ¿mañana a mi casa, pls? —sonrió y sus hoyuelos se marcaron

—Está bien, adiós ^^ —la ojiverde sonrió.

"Cáncer". ×r.d.g.×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora