Le mire, en definitiva era tan perfecto; mi padre se levantó dando un salto y miro a Scorpius que entraba seguido por su padre.
- ¿Malfoy? ¿Qué haces aquí?
- Creo que eso es bastante obvio Potter –dijo cortante –Mi hijo me ha amenazado bastante bien para ser un Gryffindor y lo he traído a Durmstrang.
- Oh, vale.
Mire a Scorpius que acerco tan rápido a mi mientras parecía discutir consigo mismo un monologo de lo irresponsable que era y lo idiota uni neurona que había nacido, al llegar a mi me miro con tanta preocupación que agradecí no haber muerto anoche.
- ¡Además como te atreves a no decirme que tus poderes tiene repercusiones! –dijo sacando la pequeña foto que tenía su relicario de hielo -¿sabes lo asustado que estaba al ver como se derritió? ¡Mucho! Por un momento pensé que estabas muriéndote en una de esas estúpidas pruebas de supervivencia... ¡Un año! ¡Ni eso! Y ya casi mueres...
- ¿Terminaste? –dije con voz adolorida y tan suave que casi no me escuchaba.
- ¡Por Merlín Albus! –dijo acercándose a mí -¿Qué te sucedió?
- No es algo... agradable de cont...
Sentí como mi garganta me impedía hablar y se cerraba dolorosamente, mis pulmones rechistaron y comenzó un ataque de tos que hacia mover todo mi cuerpo, coloque mi mano en la boca y cuando el suplicio termino la mire... estaba cubierta de sangre, la cerré instantáneamente pero no pasó desapercibido de Scorpius.
- Abre la mano Albus –exigió Scorpius.
Negué con mi cabeza.
- Ahora –volvió a exigir con su tono tan... Malfoy (que por cierto me encantaba).
Volví a negar con mi cabeza y esta vez Scorpius cogió mi mano y la abrió contra mi voluntad, luego me miro totalmente preocupado y volvió a preguntarme:
- ¿Qué sucedió Albus?
Hui de su mirada inquisidora y escuche la puerta rechinarse en el umbral de esta se encontraba Trygven con varias mantas y ropa nueva, junto a varias enfermeras con canastos completos de vendajes y pociones.
- ¿Quién dejo entrar visitantes? –dijo con voz severa.
- Soy Draco Malf...
- Me importa un comino como se llame, pregunte claramente ¿Quién los dejo entrar?
El señor Malfoy quedo un momento desorientado por la actitud de Trygven.
- Hemos entrado por nuestra cuenta –dijo secamente –No necesitamos el permiso de...
- Soy su guardián –dijo secamente se acercó a mí.
- Entonces ha sido usted quien no ha hecho bien sus trabajo –dijo con veneno el señor Malfoy.
Mire a Scorpius indicándole que se fuera dejándole espacio a Trygven que ignoraba todo el parloteo del señor Malfoy, se sentó a mi lado y tomo la temperatura.
- Es mejor que se vayan –dijo una d las enfermeras –Sobre todo usted señor Potter, no ha pegado ojo en toda la noche. Váyase y hable con la directora, dice que necesita hablar con usted.
- Está bien -dijo antes de irse.
- Eso los incluye a ustedes señor y joven Malfoy, su presencia no es necesaria aquí.
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Solo cambiemos de rumbo
RomansÉl en definitiva era mi perdición, sus ojos plata y personalidad afilada me traían completamente loco. Lo sabía desde aquel momento en que conocimos en el tren, sabía que Scorpius Malfoy sería el único que podría adorar con una sola sílaba dada...