capítulo 18

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Scott y Stiles me comentaron que habían pasado por la casa de Dasio, pero que no pudieron ver más allá del exterior porque salieron dos hombres en coches y por poco les ven. Scott escuchó algo allí, a alguien diciendo que le den tiempo, que lo tiene todo bajo control... y eso es lo que más nos asustaba. Que no supieramos el qué tenían bajo control.

Por otro lado, Liam y yo estábamos mejor que nunca. Él está mucho más cariñoso y me sorprende, pero al mismo tiempo tampoco quiero que esto sea así si por su lado no hay los mismos sentimientos. Lo único que hace es confundirme.

Ahora mismo iba por el pasillo, sin caminar hacía ningún lugar en concreto, solo caminaba. Había llegado tarde a clase y no me habían dejado entrar. Decidí enviarle un mensaje a Louis a ver que estaba haciendo él, ya que cuando entré, no le ví.

«Hey Louis, ¿dónde estás?» 08:12
«En las gradas, no me dejaron entrar en clase porque llegué tarde :(» 08:14

Di media vuelta, teniendo ahora como destino ir a las gradas para, al menos, pasar la hora con alguien.

Llegué y vi a Louis, sentado en lo alto del todo y hablando por teléfono. Mi curiosidad me hacía preguntarme con quién hablaba a estas horas. Fui hacía él discretamente para que no se diera cuenta de mi presencia y darle un susto, pero también escuché algo.

— Sí... Ella va a venir, ¿qué le tengo que decir?... Ah, vale, sí sí —hablaba por la otra línea— Perfecto. Luego hablamos.

Louis colgó y cuando se giró y me vió allí, pude sentir como se le paraba el corazón.

— Joder, Leyla, que susto me has dado.

Sonreí.

— ¿Con quién hablabas a estas horas? —le pregunté sin pelos en la lengua.

— Con nadie, una tontería —río nervioso— ¿Y tú qué haces aquí?

— No me dejaron entrar en clase por llegar tarde y como no te ví quise preguntarte que dónde estabas —dije restándole importancia a la situación— Pensaba que estarías dormido o algo.

— No, que va —dijo sonriente.

Estuvimos hablando por mucho rato, tanto que se nos pasó la siguiente clase también. Hablar con Louis era divertido, siempre tenía alguna anécdota o historia que contar de cualquier cosa. Y todo estaba bien, hablábamos tranquilos, hasta que vi a Theo mirándonos desde la otra parte del campo. ¿Qué le pasa a este chico?

— Disculpa —Louis miró su móvil— tengo que cogerlo.

Se apartó un poco y en menos de dos segundos, Theo estaba a mí lado. ¿No era que él ya no era un ser sobrenatural?

— ¿Qué haces con él, aquí? —preguntó serio.

— Hablar cariño, ¿qué te pasa a ti? —dije ya harta— Siempre le miras mal y no tienes motivos Theo. Estarás desorientado y todo lo que quieras, pero no tienes que hacerle la cruz a alguien por nada.

— Tengo motivos suficientes para que no te fíes de él —dijo— ¿Puedo confiar en qué si te cuento una cosa nunca, pero nunca, se la contarás a los chicos?

Tragué saliva, ¿qué estaba pasando?

— Claro.

ángel caído » liam dunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora