Otro día más que pasaba delante del ordenador investigando sobre aquel día, pero por suerte ya estaba más cerca de la verdad solo me faltaba mirar una cosa y a ver si por fin encontraba a ese desgraciado.
Por fin aquella prueba y aquella investigación había servido para algo, porque ya se quien fue, y pagara por lo que hizo.
Así que me voy al baño a ducharme, cuando estuve cogí ropa del armario y me vestí para así poder ir a encontrar a ese desgraciado, que perjudicó mi vida para siempre.
Cuando ya me encontraba delante del edificio, que supuestamente es donde él vive y donde tendría que estar ahora mismo, fui ahí inmediatamente no me pare a pensar en ningún momento. Subí ahí sin más, sin mirar atrás.
Al estar enfrente de la puerta no toque el timbre, simplemente la derive. Porque quería encontrar a ese de inmediato.
—¡Tú! —Le dije cuándo entre.
—¿Y tú quién eres? ¿Y porque derribas mi puerta? —Me pregunto él sin entender nada.
—Soy aquel niño de 14 años que le mataste a sus padres en una estación de tren.
—¿Pero cómo?
—Investigando mejor que la policía.
—¿Y qué quieres, que me entregue a la policía?
—No, quiero respuestas y después vendrás conmigo.
—¿Qué respuestas?
—Por qué mataste a mis padres.
—Porque me querían quitar la pistola y yo tenía que terminar con mi misión.
—Pues esa misión terminara por concluir hoy.
—¿Pero si ya concluyo hace tiempo?
—Para mí no. —Así que me hacer que a él y le ate las manos a su espalda, le tape la boca con cinta aislante y comencé a empujarlo para que caminara, para así poderlo llevar a mi coche.
Cuando estuvimos delante del coche le pegue un puñetazo, dejándolo inconsciente por un tiempo y lo metí en el maletero del coche. Así que una vez que ya lo tenía en el maletero, me fui al asiento del conductor para así poder conducir hasta la estación abandonada.
Al llegar lo baje del coche y lo lleve a las vía del tren, como ya había hecho anteriormente con otras personas al igual que él.
—¿Pero qué? —Me pregunto él ya que le había quitado la cinta para que pudiera decir sus últimas palabras.
—Que vas a recibir tu castigo por lo que hiciste ese día. —Le dije mientras que me sacaba la pistola del bolsillo trasero de mi pantalón.
—Perfecto, todo lo que tenía que hacer ya lo hice. A más mate a dos personas que no entraban en mis planes. ¿Qué más podría pedir? —Me dijo, con una sonrisa en su cara.
Entonces aquellas palabras me hirvieron la sangre y le dispare, sin pensármelo. Haciendo que su cuerpo se callera lentamente hacia atrás y como al mismo tiempo llegaba el tren. Cosa que a pocos segundos el tren le paso por encima partiendo a ese desgraciado en dos.
Y yo como ya he dicho ese desgraciado ya perjudicado mi vida para siempre... Porque ya no tenía nada para seguir viviendo, solo me había convertido en un asesino. Así que como ya no tenía nada que hacer me quede ahí, en mi lugar, a la espera de la policía...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Qué ara Amaru finalmente? Se quedara en la cárcel para siempre o se intentara escapar...