"Basado en las canciones Joke, Life, Reflection y Suicide de Rap Monster"
La vida da tantas vueltas que a veces parece ya no tener un sentido real, todo lo que amas puede cambiar si no lo cuidas, si no lo aprecias y tal vez, nunca obtener algo...
Este fanfic está basado en una vaga idea con las canciones ya mencionadas en el resumen de la historia, espero que les guste y comenten.
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En un reclusorio lleno de completa obscuridad, escuchando los gritos de las personas, gente con su mismo problema, gente con peores problemas, pero para él las cosas eran crueles desde el inicio.
Sobrevivir 22 años en su casa con una madre que lo único que hacía era explotarlo tanto física como mentalmente, no era algo que se le deseara a nadie, sus manos, sus tobillos, sus piernas, su pecho, su torso, su espalda, lleno de marcas de cables, cinturones y quemaduras con los cuales era atacado cuando no respondía algo bien. Tantos años que deseo la muerte, tanto tiempo gritando por alguien que lo pudiese salvar, pero no había nadie, no había esperanza para él.
Cuando pudo escapar de ese lugar de locos, donde no existía más autoridad que su madre, decidió que intentar cumplir su sueño era la mejor opción, así que ingresó a las audiciones para ser rapero, quería lograr algo y sabía que tenía talento, pero un sueño no era suficiente para las personas, no era suficiente para continuar en la vida real. Las burlas, las críticas, los insultos y agresiones físicas constantes terminaron por acabarlo.
Todo volvía a ser como antes, un equipo que lo agredía físicamente, un público al que no le interesaba, no había un lugar en la vida para él, ya no podía más, ya no quería seguir, pero cuando pensó en hacer algo estúpido, lo vió; un chico de cabellos negros, lacios, ojos tan oscuros y brillosos como la noche, una piel pálida y labios rosados, delgado y de expresión amigable, él, se volvió la única salvación, desde el momento en el que le quitó el filo de las manos.
[ —Oye no lo hagas— Regañó el dulce chico frente a él, con su expresión de preocupación latente.
—¿Por qué no lo haría?— Cuestionó NamJoon alzando la vista cansina que poseía.
—Porque siempre hay algo por lo cual vivir— Su voz era firme y suave a la vez, estaba seguro de lo que decía —Soy Jin, Kim Seokjin pero, llámame solo Jin, ¿Y tú, pequeño amigo?— Cuestionó el de bellos cabellos negros.
—Nam... Kim NamJoon— Respondió, aunque su voz era baja, sin ganas y entre ratos se quebraba como si fuera a llorar, pero más que tristeza sentía alegría de que existiera alguien se no lo quisiera lastimar.
—Oye...— La voz de Jin sonó aún más suave —No llores pequeño, estoy aquí— ¿Cuándo había comenzado a llorar?, no lo sabía, pero ese fue él único día que se permitió llorar frente a alguien.
Poco después Jin se enteró de el abuso hacía él, el que había cometido su madre por 20 largos años en su vida y del que cometían los chicos del equipo y el equipo de producción del grupo musical, sintió tanta pena por él, entonces él se lo dijo:
—Estaré siempre contigo Monie— Su sonrisa le dio confianza a NamJoon, creyó en él y dejó de pensar en la vida, ese fue el peor error.]
Es curioso como las personas intentan ignorar el hecho de que vivimos en una realidad cruel y abusiva, que nunca le permitiría a una persona que sufre de esa manera quedarse con la única posesión que le hace feliz, entonces lo inevitable sucedió. A pesar de haberse enamorado de esa sonrisa sincera, de esos ojos tan curiosos y brillosos y de sus palabras de aliento, nunca se atrevió a decírselo, ahora, sólo le hablaba a una tumba reciente, dejando en la base de la lapida un ramo de rosas y margaritas con la voz rota, gritando al aire entre lágrimas a una promesa que nunca se cumplió.
"¡Lo prometiste!, ¡Lo prometiste!" Pero nada iba a recuperar con eso, ya no había nadie ahí que lo escuchara, solamente quería estar en su lugar, quería irse en lugar de él. En su mente seguía repitiéndose que ese chico tenía más oportunidad en la vida que él mismo, era injusto que la pulmonía lo hubiera matado, odiaba a la vida y al parecer, la vida igual lo odiaba a él.
Sin nadie que le protegiera nuevamente volvía a ser el títere del mundo, quien lo viera lo hería, quien le hablará lo insultaba, no había salvación en esa vida, en SU vida, quería morir. Por desear tanto las cosas empeoraron, se estaba volviendo loco, cada vez que pasaba por la habitación de Jin, escuchaba a alguien cantando, veía a alguien bailando, era él, no era posible, pero él lo veía.
poco a poco comenzó a perder la cordura y se sentaba en la cama de Jin hablando con alguien que ya no estaba ahí, a alguien que la vida se había llevado a la fuerza, imaginando sus consejos cuando algo salía mal, usualmente iba a ese lugar cuando terminaban de golpearle o de insultarle por lo inútil que era, imaginando que había alguien que seguía ayudándolo en sus penas a pesar de que no existiera más. Todo iba bien, nadie lo sabía, o eso pensó, que era discreto, pero un chico de su grupo llamado TaeHyung se lo dijo a los demás y entonces comenzaron a espiarlo, a seguirlo con la mirada, pensó que nadie haría nada, entonces fue así como terminó en es lugar.
Su vestimenta no era más que un pantalón blanco y una camisa de fuerza, no había una comida cuando él quería, no, por supuesto que no, sólo había una comida al día y dos idas al baño, tenía que tomar medicamentos y recibir agujas antes de caer en la inconsciencia, sin sueños, sin esperanzas, sin recuerdos, no había nada más, ya no había nada por lo que vivir, las palabras de Jin se habían ido junto con él y de paso se llevó todas sus esperanzas, ¿Entonces para qué vivía? No habían razones, ya no podía más.
En cuanto pudo, en cuanto le dieron su turno de meterse a la ducha, con las manos libres gracias a que le había quitado la camisa de fuerza, rompió el espejo del lugar, y sin esperar a que algo más sucediera lo hizo, pero no se cortó la vena de la muñeca, no, sería muy lento, mejor se cortó las venas del cuello, ya había pensado mucho sobre su vida, ya lo había reflexionado todo, las personas siempre han creído que la vida es un juego y ya, que si las cosas van a pasar, pasarán y no existe nada que temer realmente, pero no es un juego, la vida consiste del miedo de lo que los humanos le hacen a los otros humanos porque así está escrito, la vida es una línea recta trazada en las páginas del destino, un sitio del cual ya no podrás escapar, aunque depende, si estás en un buen nivel no querrás irte, pero en su caso ya no había más.
Su madre lo maltrató por años y el mismo destino le esperó en la compañía de música, la única persona que lo ayudó y de la que se enamoró se murió, ya no tenía sueños ni esperanzas, ni siquiera habían promesas, ya no había nada más.
<<—Sé que te voy a volver a ver... Jin...>>
Esas fueron las últimas palabras.
Sin duda, la vida no es un juego...solamente la puedes reflexionar.
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