Cuerdas - Una historia interdimensional

La dimensión del espejo

Todas las historias tienen un narrador, alguien que te guía alrededor de los sucesos que ocurren y van a ocurrir, yo era una persona normal como tú, que estás leyendo esto en cualquier momento, año, tiempo, en realidad no importa, porque con lo que aprendí, nada te sirve una vez que estás muerto.

¿Pero qué es la muerte en realidad? No más que el cese de la vida, el final de la aventura, un callejón sin salida al que todos, eventualmente, llegamos sin excepciones.

Eso pensaba yo, pero un día la claridad llegó a mi mente, no hay Dios para mí, no hay un escape, sólo un oscuro abismo del que nadie sale, un vacío solitario en el cual sólo te encuentras tú... con todo lo que aprendí en vano quisiera volver al menos una vez y enmendar todo pero, es imposible amigo mío. No es más que una pesadilla tener que vivir siempre lo mismo en este vacío, alejado del tiempo, alejado de lo conocido y lo desconocido, un único lugar que ver, que a la vez no es ningún lugar.

Si hubiera una forma de escapar de este abismo, la aprovecharía al máximo cueste lo que cueste, sin importar nada.

"La teoría de los universos paralelos" sólo fue eso para mí todo este tiempo, una vaga teoría para explicar las variantes que ocurren a nuestro alrededor, una forma de no tener que contestar el ¿Y sí? Pero después de todo este tiempo en el vacío, nunca había tenido tiempo para pensar en ello, ¿Y si existía un universo en el que yo no moría? ¿Y si podía viajar a él y seguir viviendo como si nada pasara? Sólo ideas en mi cabeza pasando toda esta eternidad, ¿Y sí?...

Mi nombre es Félix Morgan, pero nunca existí, mi edad, otra simple variante, ¿Quién soy? Alguien definido por la estadística, No tengo nada definido, sólo me balanceo por las cuerdas, universo a universo, nunca me quedo en el mismo lugar, siempre vuelvo al vacío inevitablemente... siempre de la misma forma. Siempre se siente igual...

Nunca pensé que alguien dedicaría su tiempo a saber sobre mí, a conocer mis múltiples historias, no sé dónde empezar, sólo sé que eventualmente las conocerás todas.

El mundo había sido corrompido por unas infernales criaturas que parecían sacadas de la misma mente de un psicópata, se habían apoderado de todo, ya nada volvería a ser igual, todo fue transformado en una distopía controlada por ellos, esas infernales criaturas. Los patos.

Capítulo 1

"Anatidaefobia"

Félix, un joven de 1,80, cabello castaño y enmarañado, ojos oscuros. Sentado en un pequeño cuarto con dos hombres sacados de alguna película de los hombres de negro, los cuales congelaban tu sangre con sólo una palabra.-Félix Morgan, de apellido único, pastafarista, fuiste fácil de encontrar, desacato, violencia, no seguir al régimen e inculcar ideas en contra de la absoluta monarquía Duckiana.-Dijo el primer hombre, de apellido DuckWaltz, alto, enojado y por supuesto, policía.

Félix ya sabía lo que se avecinaba, conocía su condena, había visto a la muerte a los ojos ya muchas veces y había escapado, extrañamente, las palabras del segundo agente, cambiaron un poco su autoestima-Sólo hay una pena contra estos cargos infeliz, y creo que toda tu familia la conoce-Dijo el segundo hombre, su apellido, DuckConnor, también alto, más enojado y con una pizca de sarcasmo.

Las luces titilaban ocasionalmente, y a duras penas podían describirse las caras de los agentes, a las múltiples caras del mismo Ravana. Claro que Félix hubiera deseado estar frente a él que frente a esos dos bodoques en esa ocasión.

Ciertamente, cualquiera lo preferiría así, pero... ¿Cómo ha terminado allí? Esa pregunta resonaba en su cabeza desde que abrió los ojos en ese lugar la primera vez, ¿Qué hice ahora? Sólo era él contra el mundo, otra vez.