Darkness ➳ Ciphercest

Capitulo 1

Narra Will

Desperté gracias al sonido del despertador.

Me incorporé de mi cama mientras me tallaba los ojos y me dirigí al baño a alistarme para ir a la escuela.

Una vez listo decidí ver si Bill ya se había despertado.

Abrí la puerta algo tembloroso y observe el interior de la habitación.

Igual que de costumbre Bill dormía junto a una chica y ambos cubrían sus cuerpos desnudos con la fina tela de las sábanas.

Debo admitir que cada vez que veo estas escenas me siento triste, pero no puedo decir nada, nadie sabe que me gusta mi hermano, algunos lo encontrarían estúpido o enfermizo pero no se puede decidir de quien enamorarse.

¿Cómo haces para apagar lo que sientes por alguien?

Will: B-Bill, ya es hora de ir a la escuela -le dije con el tono más bajo y amable que pude.

Bill: Si, si, como sea -me respondió-. ¡Hey! -sacudió a la chica que estaba a su lado-. Vete ya es tarde

La desconocida asintió y se retiró rápidamente.

Bill: ¿Vas a retirarte también o estarás pegado a la puerta todo el día? -me preguntó de mala gana.

Will: Y-yo ya me iba -me ruboricé antes de bajar hasta el primer piso.

Con lo que acababa de presenciar hasta se me habían quitado las ganas de desayunar así que me fui directo a la escuela, no quería arruinar mi perfecto formulario de puntualidad por culpa de mi hermano, en cambio, él llegaba tarde todos los días.

Una vez afuera me puse mis audífonos para emprender el viaje hacia la escuela.

Miraba a mi alrededor y todos caminaban junto a sus amigos, novios... Hermanos

Y yo era el único que siempre iba solo a todas partes.

No le agradaba al mundo, ¿quién querría estar con un nerd como yo?

Pero si fuera Bill tendría a todo el mundo a mis pies.

Bill esto, Bill lo otro.

¿Siento celos cuando las chicas se le acercan?

Obviamente sí, ninguna de esas chicas lo amaría tanto como yo.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando llegué a mi destino, admiré el establecimiento y respiré profundo antes de poner el primer pie dentro.

Will: Aquí vamos otra vez -susurré para mi mismo y entré.

Caminaba por la escuela con la cabeza baja, no quería que nadie notara que ya había llegado, no me sentía bien como para aguantar burlas aún.

Pero mi invisibilidad duró hasta que choqué con un chico haciendo que sus libros cayeran al igual que en las películas.

Era castaño y de piel clara, tenía una camisa a cuadros roja con unos jeans azules y converse negras.

Will: Oh, lo siento, no te vi, e-en serio lo siento mucho no volverá a suceder -le dije mientras recogía lo que había tirado.

Xxxx: Tranquilo no es nada, por cierto mi nombre es Dipper, Dipper Pines  -estiró su mano.

Will: Y-yo soy Will, Will Cipher -tomé su mano y la estrechamos en forma de saludo.

Dipper: Soy nuevo aquí, así que me preguntaba si podrías decirme dónde queda mi salón -se rascó la nuca.

Will: Supongo, ¿que clase tienes ahora?.

Dipper: Matemáticas.

Will: Sígueme, me dirijo al mismo salón -Este asintió sonriente y comenzó a caminar junto a mí.

Cuando llegamos a nuestro destino dejé mi mochila en el asiento más cercano al profesor y noté como Dipper dejaba la suya en el puesto que estaba junto a mi, al instante el maestro entró en el salón ahorrándome un incómodo silencio con Dipper.
*****

Miré mi teléfono por milésima vez, aún faltaban 10 minutos para que las clases terminaran, respiré profundo y miré a Dipper quien estaba sentado junto a mí.

Era bastante extraño, pero teníamos el mismo horario de clases y ha estado sentado junto a mí durante todo el día, ni siquiera en el almuerzo logré librarme de él, es un chico bastante amigable pero eso no le quitaba la inseguridad que me daba.

El timbre sonó y me sacó de mi trance, me incorporé de mi asiento junto a todo el salón y tomé mi mochila dispuesto a marcharme de allí lo antes posible.

Dipper: ¡Hey! Willy.

Me llamó por un apodo que se le ocurrió en el horario libre.

Will: ¿Si?

Dipper: ¿Te acompaño a casa? -me miró con cara de pocos amigos.

Will: No veo porque no -le respondí sin mucho interés.

Era la primera vez que no iba a regresar a casa solo, por un lado me sentía feliz de que alguien quisiera estar conmigo, pero por el otro no podía evitar desconfiar en él.
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Foto de Bill Cipher en multimedia