Una vez enterrada, Draco siguió llorando sin dejar de mirar el lugar donde acababa de ser enterrada.
- Se que intentaba hacer lo posible por que te saliera mal todo, pero en el fondo no era tan mala persona. - Dijo sorbiendo sus mocos y yo asentí.
- Lo sé. - Lo miré mientras reposaba mi cabeza en su hombro.
De repente, una brisa algo más potente que la que había hace un momento hizo que los dos levantáramos nuestras cabezas. Yo sabía lo que pasaba.
- Tenemos que irnos de aquí.
- No es el Obscurial. - Dijo señalando a Oliver que seguía desmayado contra un árbol.
- Son los dementores. - Le dije. - Vamos.
Cogí su mano y empezamos a correr en dirección al castillo.
Tenía muchísimas ganas de volver a ver a mis amigos, en especial a Hermione, Ron y Harry, pero no me hacía mucha gracia tener que toparme con los dementores o incluso con Voldemort y los mortífagos.Miré una vez hacia atrás y vi a un gran grupo de dementores en dirección al castillo, por lo tanto también hacia nosotros.
- ¡Tenemos que darnos prisa! - Gritó Draco.
- ¡Ya lo sé, corro lo más rápido que puedo! - Grité con la respiración agitada. Noté en ese momento como Draco soltaba mi mano y seguía corriendo.
- ¡Es mejor así Claire! - Gritó por encima del fuerte viento.
Era verdad que era mejor no cogerle la mano y correr a la par, pero tenía miedo de que se quedara atrás o al contrario, yo me quedara atrás.Corríamos lo máximo que podíamos y vimos por fin el corredor que daba al patio de Hogwarts.
- ¡Vamos! - Le grité a Draco.
Pero justo cuando ya casi pisábamos el corredor, un hechizo lanzado desde detrás de nosotros le dió a uno de los barrotes e hizo que a raíz de ahí se cayera el corredor entero.
Me giré y después se giró Draco, viendo a un gigantesco grupo de, suponía, mortífagos. Y también carroñeros.- Scabior. - Oí susurrar a Draco. - ¿Ya estáis contentos? - Gritó.
- Cállate, rata peluda. - Tragué saliva cuando le ví apuntarnos. - ¿Dónde está Potter? - Miré a Draco de reojo. Él no decía nada, así que decidí hacerlo yo.
- En el bosque prohibido. - Mentí. Todo el grupo ahora cambió su mirada hacia mí, y el tal Scabior me apuntó.
- ¿Cómo puedo fiarme de tí, sangre sucia?
- Vuelve a llamarla así y verás lo que te espera. - Draco sacó su varita y lo apuntó.
El hombre solo se rió un poco.- Bien, esto me gusta. - Con su mano libre y sin dejar de observarnos, hizo un movimiento y dos hombres de los que había en aquellas filas abandonaron su sitio para acercarse a nosotros mostrando todos sus dientes. - Verás cuando tu padre se enteré de que defiendes a una sangre sucia. - Se rió.
Yo fuí retrocediendo hasta que noté que más atrás de mí no había nada, solo el gran precipicio por el que un paso más y me vería cayendo por él.
Cuando ya estaban al lado nuestro, nos cogieron por los brazos ya que ni Draco ni yo podíamos hacer nada.- Llevároslos. - Los dos hombres asintieron y saltaron junto con nosotros dos hacia el cielo, como si de repente pudiéramos saltar muchos metros hacia arriba y volar.
Nos convertimos literalmente en humo negro, parecido al Obscurial pero con muchísima menos potencia. Volamos no sabía a donde y, en menos de cinco segundos, ya habíamos llegado al patio del castillo.
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Te quiero, No te quiero || HP
Fanfiction{...} «Y así fue como el león valiente y audaz cayó en los ojos hipnotizantes de la víbora, que había sabido llegar hasta su corazón con tanto sigilo que no se dió cuenta de que estaba ahí, simplemente se dió cuenta de que lo estaba y de que ya no s...