Capítulo XXXIX. 18 de octubre.

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Hola diario querido. Ha pasado más de un mes y en esos días Adrián hizo lo posible para acelerar los trámites de una demanda contra Tibi... La estadía de mi melliza en mi casa, ¡bueno...! No te puedo decir que era mala pero sí algo incómodo ya que... bueno, ¡tú sabes! Ella... se acostó con mi hombre y yo con el de ella pero... fue por efectos del estimulante sexual. No fue intencional.

A veces notaba algunas miradas de malicia por parte de Adrián hacia mi hermana ella, le hallaba a corresponder pero...de pronto le quitaba la mirada. Sam notó mi incomodidad pero no podía regresar a su casa pues Tibi aún se hallaba ahí entonces decidió ir a la casa de má pues ella sabe que, ¡bueno...! Podría ocurrir algo que ninguno de los tres queremos que ocurra. ¡Diantres!

En ocasiones que Adrián y yo hacíamos el amor, y por accidente dejamos la puerta abierta. Suponíamos que mi melliza dormía pero al parecer no fue así...

Ese día disfrutábamos de nuestro sexo y me percaté que la puerta estaba entreabierta y Sam nos miraba algo que arruinó nuestro momento íntimo como pareja, ¡diantres! No era la primera vez pero no la culpo pues mi hermana es un tanto lasciva y... ¡je, je, je! ¡También yo...!

Mi hermana sabe lo que sucede por lo que decidió irse por su voluntad a casa de má. ¡Diantres! Lo que menos quiero es que má lo sepa... si Sam va allá, ¿qué le dirá a mi madre?, ¿qué excusa le dirá?, ¿qué pensará má...?

Sin más peros Sam, Adrián y yo fuimos a la casa de nuestra madre para decirle lo ocurrido claro que fue en un momento que papá no estuviera ahí. Al contarle todo má se puso neurótica... ¡nunca la vi en ese estado!

-¡¡PERO EN QUÉ ESTABAN PENSANDO...NIÑAS!! ¡¿POR QUÉ HICIERON UN INTERCAMBIO... DE PAREJAS?! –Dijo desesperada.-

-¡NO FUE...NUESTRA CULPA, MÁ...! ¡TIBI NOS...DROGÓ!, SIN DARNOS CUENTA... -Respondió Sam alterada.-

-¡¡Así...es, señora!! Ninguno de nosotros sabía...lo que él planeaba... ni siquiera Sam... -Dijo Adrián tenso.- Además, logré llevar este caso a juicio para demandar a ese idiota.

Esto último tranquilizó un poco a má pero aún tenía sus dudas pues..., sí nos creía del hecho de ser drogados y perder la cabeza pero... lo que la intrigaba era del porqué estábamos juntos los cuatro a lo que le explicamos que nos dio por reunirnos los fines de semana y compartir pero jamás pensábamos en una estupidez como una orgía ni mucho menos un intercambio de pareja. ¡Diantres! ¡Nunca me sentí tan rara!

Pero bueno, la cuestión fue que mi hermana se quedó a vivir en casa de mi madre y esa rara sensación de incomodidad que Adrián y yo sentíamos, desapareció. Tuvimos paz en casa pero me preocupa mi hermana ya que ella... bueno, extraña a Tibi pero por lo que nos hizo hacer, lo prefería lejos de ella y su hijo Yarel.

Pasaron unos días... me había hecho pruebas de embarazo por aquello y bueno, me salió negativa. ¡Qué alivio! Al menos no quedé embarazada de Tibi ni tampoco Sam de Adrián. Sería un terrible caos, ¿no crees?

Diario De Una Monja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora