Desperté, eran las tres de la mañana, había estado teniendo el mismo sueño desde hacia unas cuantas semanas, en ese sueño me veía a mi y una oscuridad inmensa que no me permitía ver nada mas que una puerta metálica y vieja, en el sueño estaba sentado en una silla de madera al momento de levantarme mis ojos comienzan a arder pero no le tomo tanta importancia, intento abrir la puerta pero esta sellada, por mas que la golpeo no se abre mis intentos desesperados de abrirla han provocado que mis nudillos sangren.
—¡JODER! Grito lo mas fuerte que puedo
—Por que otra vez? Pienso en voz alta
Pierdo toda la esperanza en un momento, se que ya no puedo hacer nada. De un momento a otro la puerta comienza a abrirse pero muy lento así que cuando trato de ver que hay detrás de la puerta despierto.
—Ah joder
Suspiro y me levanto de la cama, me dirijo al baño y lavo mi cara, no soporto esa desesperación de no saber que va a pasar en el sueño. Me dirijo a mi cocina y como todos los días me sirvo una taza de café, me preparo para ir a mi aburrido trabajo.
Al momento de llegar a mi trabajo me encuentro con ella, una más que intenta jugar con mis sentimientos y mis pensamientos. En fin pasan las horas y llega el momento de regresar a mi casa.
—No quiero dormir. Pienso en aquel sueño
—¿Y si vuelvo a tener el mismo sueño? ¿Algún día terminara? Son las preguntas que mas me repito y no me dejan de rondar por mi cabeza.
Me la pase pensando e intentando descifrar aquel sueño
—Esta vez lo descubriré
Esta vez algo ha cambiado en el sueño, hay una foto tirada frente a la puertaEs mi habitación pero hay algo extraño, hay algo en ese viejo colchón pero no percibo que es
—No... No es nada supongo
—¿O a caso debería importarme?
Esta vez no fue necesario golpear la puerta, esta ya estaba abierta y lo que había tras ella era algo que no me esperaba