Prólogo

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Ser dueño del mundo a veces no es suficiente para ser feliz

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Ser dueño del mundo a veces no es suficiente para ser feliz.

La felicidad puede estar cruzando la calle, en un parque, en el súper, incluso muchos años menor o mayor que tú; pero ahí está esperando.

El amor es eso que tantos quieren y anhelan sentir, respirar, soñar, probar, saborear como quieras sentirlo.

Si lo encuentras no lo dejes ir.

Hay tantos que lo tienen y lo dejan, muchos que lo desean y no lo tienen.

Si amas a alguien lucha pero jamás renuncies hasta intentar todo lo que este en tus manos. La persona que menos te imaginas puede ser ese amor de tu vida que puede cambiar y mejorar un poco de nuestro ser interno, pero solo a veces y por pequeñeces o por todo el estereotipo que esta impuesta por esta sociedad, esta sucia sociedad que discrimina y contamina preferimos abandonar.

Si encuentras el amor no lo dejes ir.

Y si lo haces no te arrepientas después, después será tarde, quizás demasiado, y entonces ahí te darás cuenta del error que has cometido.

Una persona en cualquier lugar del planeta tierra dijo:

El que no arriesga no gana...

Y todo riesgo tiene sus ganancias y sus pérdidas.



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Queda prohibido total o parcialmente la copia de esta obra sin mi exclusiva autorización por escrito, la novela es totalmente mía y por que valoró mi trabajo no permito el plagio.

Lederkil GrierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora