Diego se encontraba solo en la cama, su misteriosa y bella acompañante ya no estaba a su lado, esta vez, él había sido el objeto utilizado y desechado. Intrigado y aturdido por un fuerte dolor de cabeza producto de la noche anterior, se levanto de la cama en busca de la hermosa joven, de la cual no conocía ni su nombre. Tras una corta e infructífera búsqueda, se dirigió al baño para asearse, y fue ahí donde encontró el mensaje que cambiaria su vida completamente. En el espejo del baño, escrito con lápiz labial color rojo escarlata, el mensaje decía: “Bienvenido al mundo del SIDA. Bienvenido al Infierno. Si quieres una segunda oportunidad, llama a mi padre 2999 – 1666”. Diego se quedo incrédulo ante aquel siniestro mensaje, no podría creerlo, será una de esas historias que solo le suceden al amigo de un amigo y que todos saben que nunca son ciertas. Pero para él, esa era su nueva verdad. Ese mismo día se hizo analizar de VIH, el análisis dio negativo. Diego respiro con alivio, estaba convencido que aquello había sido una muy pesada broma de mal gusto, cometida quizá, por alguno de sus amigos. No le dio mayor importancia a aquel acontecimiento, lo cual después de algunas semanas paso a formar parte del olvido.
Más de un año había pasado, y Diego se encontraba ingresado en un hospital debido a una simple gripe que se había vuelto una seria neumonía. Entre los análisis que le hacían estaba también el de VIH; para asegurarse de los resultados, los habían hecho tres veces; en las tres, el resultado era siempre el mismo: positivo. Diego se sentía destrozado completamente, su mundo tal y como el lo conocía se le venia abajo, recordó con ira aquella joven, la causante de su sufrimiento, la maldijo una y otra vez, le costaba trabajo creer que le estaba sucediendo a él, iba a morir.
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Juventud
HorrorEs solo una historia de terror. _____________________________ #324 Terror Todos los derechos reservados