A medida que el tiempo pasaba, el aire enrarecía, el oxigeno se acababa lentamente, esa no era una preocupación pues sabía que no podía morir; pero sin embargo, al agotarse el aire comenzó a asfixiarse lentamente, la falta de oxigeno en sus pulmones le hacía retorcerse de angustia en busca de una bocanada de aire, se sofocaba, pero la muerte no llegaba ni llegaría jamás.
Estaba confinado a una agonía eterna de la cual le era imposible escapar, se asfixiaría por la eternidad.
Se encontraba totalmente solo, como en toda su vida había estado; pero no por mucho, pues con el tiempo, los gusanos que se moverían debajo de su piel, serian la compañía que nunca lo abandonaría.
Diego quería pasarse de listo y beneficiarse egoístamente de la situación como lo había hecho en toda su vida, intentó aprovecharse de alguien que fue más listo que él, y al final creó su propia perdición pues sus deseos, al ser tan egoístas, le habían condenado, él nunca se dio cuenta que al pedir un deseo que no fuese para sí mismo, se salvaría de todo sufrimiento.
Sus tres deseos estaban cumplidos:
1. Vida eterna, jamás moriría.
2. Todo el dinero que podría necesitar
3. Su alma jamás le pertenecería a Dios o Demonio alguno, solamente a él de aquí a la eternidad
FIN
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Juventud
HorrorEs solo una historia de terror. _____________________________ #324 Terror Todos los derechos reservados