Intercesor.

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-Jacklyn-

Tengo que admitir que comencé a aburrirme con todo el mundo en la sala. Las cosas estaban un tanto diferentes y extrañas ahora, ya no era lo mismo de hace unas horas cuando todos bailábamos, cantábamos y bebíamos de forma divertida. Ahora se volvió algo más tedioso y poco entretenido.

Ya nadie bailaba, todos estaban medio dormidos en aquel momento, y quién no lo estaría luego de comer los restos de bocadillos que se encontraban en las mesas y beber más de tres botellas de aguardientes. Claro que yo no lo estaba, pues el hecho de ser menor que todos estos chicos me garantizaba una mayor toma de conciencia y todo eso; lo que intento explicar es que no me emborraché porque no tengo edad ni ganas para volverme loca como aquellas personas.

Seguía sentada en el gran sillón de la sala, pensando en alguna estrategia que me permitiera librarme de tanta apatía. Quería salir pero no sabía qué haría afuera, lo descarté enseguida aunque sabía que Josh seguía allá y él no me causaba ninguna molestia. El hecho de que no quiera ir donde Josh se debía a que él de seguro se encontraría fumando y no quiero ser parte de aquello; no me gusta para nada el olor de aquel material, así que decidí no molestarlo.

-Jackie..

Me volteé para saber de quién se trataba la voz tan apagada que escuchaba. Al girarme pude ver a una muy debilitada Megan, lo cual me preocupó al instante y fui corriendo hasta ella para ver en qué podía ayudarla.

-Megan, ¿te encuentras bien?- coloqué una de mis manos sobre su frente.
-Mi cabeza..- llevó una mano también a su frente cuando yo moví la mía.-.. me está matando.
-Mejor te llevo a tu habitación.- ella asintió.

Estiró uno de sus brazos en mi dirección para que la tome y pueda levantarla. Lo hice y, cuando apenas estuvo de pie, pasé el mismo brazo por sobre mis hombros para poder sostenerla mejor. Me apresuré a llegar a la puerta de la sala, pues vi que Josh había salido por allí y no me vendría mal un poco de ayuda en estos momentos. Mi hermana podía ser perfectamente delgada pero su altura le sumaba algunos kilos.

Llegué hasta la puerta y salimos con mucha dificultad. Para mi suerte la suposición que había tenido antes era acertada; Josh aún se encontraba cerca de la cabaña, y para hacer aún mejor la noticia, tampoco estaba fumando. Él me vio y no se detuvo a pensar en ayudarme de inmediato. Se acercó y me ayudó a cargar a Megan, tomándola del otro brazo y colocándolo del mismo modo en que yo lo había hecho mientras ella caminaba en medio de nosotros.

-¿Tienes pastillas para las cefaleas?- preguntó de la nada mi hermana, pero no estaba dirigiéndose a mí.- Tú, quien quiera que seas.- Josh comenzó a reír.
-No los traigo, lo siento.- ella soltó un gruñido a lo que él volvió a reír.- Tranquila, lo buscaré en mi habitación en cuanto lleguemos.- ella aceptó.

Josh comenzó a conversar con Megan sobre cosas que ella luego, por fortuna, no recordaría. También yo me estaba divirtiendo oyendo sus tonterías y me había distraído como quería desde hace tiempo. De vez en cuando hablaba con ellos pero no podía estar muy adentrada en ningún tema pues había vuelto el extraño sentimiento que tenía hace horas atrás. Algo me faltaba.

Algo o alguien.

Y no tenía idea de qué podía ser. El día había sido tranquilo, no tenía problemas ni tantas preocupaciones, no sabía y tampoco tenía un mínimo indicio de la razón por la que me sentía vacía por dentro. Me quedé callada unos minutos, pensando en qué era lo que no había hecho con frecuencia en el día, y no sabía ni me daba cuenta de quién me hablaba, pues no estaba prestando mucha atención, ya no tenía ganas de hacerlo.

Vi a Andrew por la mañana. No pensaba en que algo podía faltarme si ya había visto a la persona que me gusta. Lo había visto, pero no había hablado con él. Quizá sea esa la razón por la cual me siento de esta manera. Y aunque a la vez no esté tan segura, siento que podría ser eso. Hay una diminuta posibilidad de que se tratase de él, de Andrew, el chico rubio que antes me volvía loca.

Antes. Exacto.

Él estaba distinto. No me miraba, no me hablaba ni siquiera para saludarme. No mostraba interés y de ese modo prefiero no interferir, evitando tanto pensamientos como actos. No estaría pensando en aquel chico cada día de mi existencia sólo para que luego él esté burlándose de mí en compañía de Stella. En fin, a lo que quiero llegar es a que descartaría la idea de que fuese él a quien extraño. Estaba molesta, por lo tanto no podía necesitarlo a mi lado. Con él sólo tenía pensamientos melancólicos.

No era él, y eso significaba que la respuesta sería aún más difícil de descifrar. No tenía muchas opciones, de hecho no tenía opciones mas que Andrew. Y si no era él, ¿quién? Sé que tal vez ahora no lo sepa pero en algún momento lo averiguaría y estaría tranquila por fin. Lo haría, aunque tuviese que esperar hasta el final del verano.

-Dime algo.- pidió, Josh. Lo miré.- ¿Aquella mujer es Jessica Ewers?- preguntó, señalando el lago que yo había visitado la otra vez y se lo veía preocupado.

Miré hacia el lugar que él estaba señalando y pude ver a una mujer rubia de espaldas; sí, era Jessica definitivamente. Y estaba acompañada por un chico, que a pesar de estar de frente no se podía distinguir su rostro. Asentí al comprobar que se trataba de ella y él se vio aún más apenado ante aquella respuesta.

-¿Y el chico quién es?- pregunté.
-Parker.

¿Qué? ¿Y eso por qué? Espero que estén solucionando las cosas porque de otro modo creo que sería algo muy estúpido de su parte. Cuando Josh mencionó el apellido de Thomas recordé que por primera vez en un día él no se había acercado con mucha frecuencia hasta mí mas que para los desafíos, lo que me parecía extraño pero supongo que así las cosas estaban mejor. Excepto por esta, porque pienso que sería correcto que antes me comente sobre sus ideas para no permitir que nuestro secreto se revele. A menos que eso sea lo que estaba haciendo en este momento ante ella; revelándoselo.

No podía permitirlo, pero no iría hasta allí a interrumpir lo que estaban haciendo y ocasionar que ambos piensen que estoy celosa o que no quiero que sigan con lo que está por suceder. Y, a juzgar por lo que veo, no están utilizando muchas palabras, lo que tal vez significa que están reservando sus labios para utilizarlos de manera diferente. Ella comenzó a acercarse y supe que mi suposición era cierta cuando se deshizo de los pocos centímetros que había entre ellos. Lo besó.

-No lo entiendo.- Josh continuaba de la misma manera.- Ella es mi pareja.

Ahora lo entiendo. Es por eso que se ve tan preocupado. ¡Pobre chico! Pero me convenía que fuesen pareja; ya tenía la solución.

-No puedes permitir que te haga eso.- lo animé.- Ve y reclama lo tuyo, amigo.- le sonreí, pero él dudaba.
-¿Podrás llevarla sola?- preguntó apenado mientras miraba a Megan.
-Yo me encargo, descuida.- él asintió y fue corriendo hasta llegar al lago en donde se encontraban esos dos.

Caminé hasta la cabaña uno y con bastante dificultad llevé a mi hermana a su habitación, la recosté en su cama y le pedí que se quedara allí, ya que iría hasta mi cabaña para buscar alguna pastilla que pueda darle para su dolor de cabeza.

Salí con rapidez de su habitación y luego de su cabaña y fui hasta la mía, pero no pude entrar; la curiosidad no me dejaba. Sentí un poco de culpa pero de todos modos cambié de dirección y me dirigí al lago con Josh.

Corrí hasta estar cerca pero no llegué del todo pues no quería ser vista por Thomas, no quería que me crea una celosa, pues no lo estaba y nunca lo estaría, en este momento sólo necesitaba saber de qué hablaban y llegué a tiempo para averiguarlo.

-¿Jessica?- preguntó el decepcionado chico.
-Josh..- dijo ella.
-¿En serio fuiste capaz de besarlo?..
-¡Por supuesto que no lo hice!- Thomas la miró de reojo y luego volvió a ver a Josh.- ¡Fue él!

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