No me dejes - Benjali (Sin Editar)

7. "Salida"

Narra Lali.
Son las seis de la tarde. En el día, Benjamin se quedó en cama, reponiéndose de la tos.  Ahora está en su habitación preparándose. Al igual que yo.
Elegí un jean negro con un pulover blanco y una remera lisa abajo. En mis pies me puse unas botitas negras también, así combinaban con el Jean.
Ayudé a Luca a vestirse. Él estaba de pantalón azul, camisita blanca y arriba un suéter del color del jean. En los pies se puso sus zapatillas favoritas. Y por último, mojé un poco sus rulos.

Cuando estuvimos listos, salimos del baño a la par que Benjamin salía de su habitación.

-Mirá vos... Podrías ser mamá Lali; lo vestiste hermoso --ríe, mientras alza a Luca en sus brazos--.

-Por qué no --reí yo también--. ¿Y vos? Nada mal...

Él llevaba puesto un jean negro, al estilo "roto". Su camisa era blanca.

-Estamos combinados --dice, obserbándome de pies a cabeza--. Nada más que vos estás linda.

-...

-Se puso roja tio, mirá --Luca señala mis mejillas--.

Benjamin solo ríe, para luego bajar las escaleras.

-Benja --lo frené antes que cruce la puerta--.

-¿Qué pasa?

-Afuera hace frío... ¿No te vas a abrigar?

Sonríe y responde.

-No... No tengo frío. Vamos  --me muestra sus dientes, y deja que salga yo primera--.

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-Sí Majito, vamos a salir --habla él al teléfono, mientras se pone el cinturón--. Bueno dale, dale --habla con ella y me hace señas de que me ponga yo también el cinturón de seguridad--. Pásenla lindo --sonríe y corta--.

-¿Era mamá?

-Sí --me mira sonriente--. Llegaron hace media hora. Dijo que el viaje estuvo bien.

-Me alegra --sonreí yo también--.

-¿Ansiosa? --preguntó--.

-N...no? --respondí dudosa--. Estoy más que nada nerviosa. ¿Seguro que no nos van a ver?

-Tranquila. Este auto es de Nacho. No nos van a encontrar.

-Gracias Benja --lo miré más profundamente. Él ladea la cabeza y frunce el ceño--.

-¿Gracias? ¿Por qué?

-Por cuidarme tanto. Por alejarme de la gente tóxica... Gracias, de verdad.

-No digas más --sonríe y enciende el motor. Es la mejor persona del mundo--.

Durante el viaje cruzamos varias miradas. Somos cómplices, pero ninguno de los dos se atreve a tocar el tema de ayer.

Narra Benjamin.
A pedido de Luca, tuvimos que ver una película de guerra de las galaxias... Algo así.  En toda la tarde/noche  me concentré en mirarla. Lali es muy aniñada cuando está con algún nene. Es muy tierna, y muy paciente.

-¿Tomamos acá? ¿O lo tomamos en la camioneta? --le pregunté, cuando estábamos en el bar--.

-Mmmm --ladea su boca--... Miralo a Luca --bajo la mirada; estaban de la mano y él por dormir--. Tiene sueño  --argumenta--.

Le sonreí y me trajeron los dos cafés pedidos.

-Vengan, lo tomamos en el auto.

Ni bien apoyamos a mi sobrino en el asiento, él quedó dormido.

-Listo --Lali lo tapa con una sábana y lo mira sonriendo--.

-Te encantan los nenes.

-Son mi debilidad --admite, cuando nos sentamos en los dos asientos de adelante--.

-¿Cómo estás? --le pregunté--.

-Bien Benja. Sos un mil vos  --levantó la mano para acariciarme la cara, pero cuando apoya sus dedos los saca rápidamente--.

-Merecés ser feliz La.

-¿Por qué no puedo? --preguntó, como dándole forma a un pensamiento que había expresado en voz alta--.

Le sonreí y me detuve unos segundos antes de contestar. Estoy muy seguro de lo que quiero decirle.

-Tuviste miedo toda tu vida  --empecé--. Miedo de decir esto o aquello. Miedo de no ser lo que la gente espera que seas. Miedo de quedarte sola; sin nadie que te quiera. Primero que eso es imposible, y segundo... tenés que atreverte. Despertarte y ser quien fuiste todo este tiempo, a pesar de que sufriste. Sos una persona hermosa.

Ella hace cara triste. Miré su vaso de tergopol lleno.  No había tomado ni un sorbo de su café.

-Lali  --le tomé la mano, lo que la tomó por sorpresa. Hasta la sentí estremecerse--, necesito que recuerdes dos cosas --ella me mira--. Primero: nada puede pasarte cuando estás disfrutando de la vida que merecés.  Segundo --le sonreí--:  siempre vas a tener gente que te quiera,  que te ame.

-¿Vos me querés? --entrecerró sus ojos, como suplicando una respuesta que la alegre--.

-Más que a mi vida, Lali.