Alguien toca a mi puerta, ya sé quién es pero no me importa. Vuelvo a soñar...
-¡Corre, no mires atrás!- volteo sin hacer caso a la orden cuando un demonio me ataca y muerde con fuerza mi hombro. Cierro los ojos hasta que pase el dolor. Ya no siento presión y en lugar de aquello siento unas manos en mi cintura levantandome, veo a mi chico guapo sonriéndome.
-Tienes que mejorar tus movimientos, Assa- asiento con la cabeza y sonrió atontada- Assa- vuelve a repetir- ¿me escuchas?-ASSA, SE TE VA A HACER TARDE- me tapo con las sábanas- bueno, siempre se te hace tarde...
Ya ha pasado un mes de empezar el segundo año de la escuela preparatoria y casi siempre me acostumbro al nuevo horario pero ahora no sé que me sucede, todos los días tengo que imaginarme que estoy en un nuevo capítulo del libro que estoy leyendo, se ha vuelto como una droga, si no sueño estoy de mal humor. Me levanto quitando las sábanas de encima, me llevo las manos a los ojos, bostezo, estiro mis piernas, abro las cortinas dejando entrar la luz y me preparo para un nuevo día; a veces pienso que parezco un robot con la misma rutina matutina.
-Buenos días bella durmiente.
-Hola mamá- me dirijo al baño, he de tener una mala cara porque se me queda viendo.
-¿dormiste bien?- no quiero hablar así que asiento con la cabeza y sigo mi camino- Esta bien, voy a preparar huevos con tocino, café y fruta...
Cierro la puerta del baño, siento que trato mal a mi madre pero a mi favor es que me interrumpieron en mi sueño y tengo derecho de estar molesta. Me lavo la cara, veo en el espejo mi rostro, lunares por aquí y por allá al igual que puntos rojos llamados granos lamentablemente; suspiro y abro la puerta. Me encuentro esta vez con mi padre que me saluda con un "Buenos días" a lo que respondo "buenos días", en esta casa es de mala educación despertar y no saludar, de igual forma a la hora de dormir con un "Buenas noches".
Voy a mi cuarto por mi celular, espero a que esté encendido y voy directamente a Youtube, veo el historial, selecciono la canción Wish that you were here-Florence y la reproduzco sin antes colocarme los audífonos. Tiendo rápidamente mi cama y reviso si tengo tarea que hacer, luego paso por la puerta de la cocina, aviso que voy a ver a mis plantas y subo las escaleras. Estando arriba me reciben cinco perritos, un canario y un periquito, los saludo a todos hablando cariñosamente, lleno un recipiente de agua y riego unas macetas que tengo colocadas en fila india, reviso que tal estan y les tomo una fotografía.
Bajando las escaleras empiezo a oler la comida, debo admitir que no adquirí el don de mi mamá en la cocina sólo el de comer todo lo que se me coloque enfrente; dejo mi celular a un lado.
-¿Ayudo en algo?- me pongo a un lado de la estufa con mi madre, apreciando como bate los huevos con facilidad. Cada vez que alago su comida empieza a contarme que ella quizo estudiar para ser chef pero mi abuelo no la dejó argumentando que ese trabajo no deja dinero, entonces ella me deja cierta libertad en mi elección de carrera.
-Acomoda la mesa, por favor.
Constantemente al hacer un acción que no requiera mayor concentración ni hablar, me dejo llevar por mi mente soñando despierta...
-¿tienes tarea que hacer?- en el desayuno no es posible, tengo que hacerle plática a mi mamá ya que nos vemos solamente por la mañana y por la noche cuando me recoge en la estación del metro.
-Algo así, tengo tarea de biología... ¿hoy estamos a martes, cierto? Bueno y tengo que adelantar la tarea de historia y filosofía.
-Pensaba que me podrías ayudar a acomodar algunas cajas.
-Trataré de acabar lo más rápido posible para ayudarte- no debería autoengañarme con hacer la tarea rápido, siempre me distraigo con cualquier cosa.Acabando de desayunar, recojo los platos y limpio la mesa para despejarla y comenzar con mi tarea. Termino con biología, son las once de la mañana, adelanto solamente historia y me dispongo a bañarme. Me visto con unos jeans, una playera y unos Vans, dejo mi cabello suelto para que se seque. Las doce en punto... puedo irme a la media.
Voy donde está mi mamá, la ayudo con las cajas que me pidió porque su sentido del orden no puede dejarlas en el suelo, se me cae una accidentalmente y encuentro unas zapatillas de ballet tan pequeñas como la palma de mi mano, sonrío recordando que eran mías a la edad de seis años. Veo la hora, otra vez se me hizo tarde a la clase de dibujo; mi sueño frustrado era ser bailarina de ballet, si no puedo bailar al menos sé dibujar decente.
Mi casa se sitúa a un par de avenidas de la estación del metro por ello me llevan en auto y me dejan ahí, recargo mi tarjeta en la máquina y llegó justo a tiempo para entrar a un vagón, me gusta ir en los primeros; me he dado cuenta que hay poca gente y la mayoría no va acompañada por lo que puedo leer a gusto. Entonces llega mi parte favorita del día...Se aproxima un dragón, puedo verlo por encima del hombro de Jace, estoy dispuesta a atacar cuando vislumbro que toma una forma casi humana, sé quedó a media transformación.
-Haddock- dijo presentándose- estoy al frente; hay miles de demonios, no podremos retenerlos más -me miró por un segundo- ¿están listos?.
Estaba aturdida, cómo deje que sucediera esto...
-Estamos listos, da la orden- Jace me sostenía entre sus brazos, el chico dragón ya se había ido- Clary, cuida tu espalda, y manten el cuchillo en la derecha, la izquierda no es tu fuerte, recuerda el entrenamiento...
-Lo siento- interrumpí- yo cause todo esto- sentí sus manos en mis hombros y un delicado beso en la frente.
-Esta guerra la inició Valentine, tú la vas a acabar.
Diciendo esto escuche a la lejanía el sonido de un demonio muriéndose, no iba a ser el único.Quinta estación, línea tres.
Escucho decir por el altavoz, pienso en varias palabrotas, casi me salto la estación donde bajo. Tomo el siguiente metro, el que sí me deja enfrente de la escuela, esta vez no tuve la suerte de ir sentada pero eso no interrumpe mi lectura.
-¡Assa!- no ahora por favor- hola.
-Hola- sonrío por educación y guardo mi libro en la mochila.
-Vamos juntas en clase de dibujo.
-Claro, cómo olvidarlo- suelo ser sarcástica, ella parece no notarlo.
-¿Qué es lo que leías?
-Cazadores de Sombras- río atontada para mis adentros, mi corazón da un vuelco de alegría y orgullo.
-Oh, una saga juvenil- aquí vamos de nuevo, tan acostumbrada a esas dos palabras- dicen que está buena ¿me lo recomiendas?
-Sí, es muy entretenido- no quiero compartir mis gustos con ella, que por cierto ni me sé su nombre- pero mejor dime cómo va tu dibujo.Otra clase no tan aburrida como esperaba, llego a clase de matemáticas, en la puerta del salón me espera Samuel, me saluda con un gesto.
-¿Te es tan cansado decir un hola?- digo sonriendo, me gusta molestarlo.
Llega el maestro, nos metemos al salón, me siento a lado de Samuel y comienza la clase. Al salir vamos por algo de comida, compro unas galletas, nos dirigimos a la próxima clase, biología.
-¿Cómo vas con tu dibujo?-dice rompiendo el silencio- o prefieres hablar de tu libro- sonríe con malicia.
-No empieces con tus juegos estúpidos- también estoy sonriendo.
-"Oh, Jace- se lleva una mano a la frente sobreactuando demasiando, dándo gracia- por qué eres tan guapo".
-Cállate- le golpeo el hombro, estoy riéndome, él es el único que puede decir esta clase de cosas- si no fueran tus cómics...
-Hablo en serio- dice Samuel- asustas a las personas.
-Mira quién habla, Sam.
-No me llames así- parece algo ofendido- Sam suena a nombre de chica
-Pensé que eras una- río a carcajadas.
-Ja ja ja, qué graciosa- veo que también está sonriendo- deberías conseguirte amigos.
-Pero te tengo a ti- lo señalo- y con eso basta.
-Me refiero a chicas, amigas chicas.
-Sí quieres que te presente a alguien sólo dímelo.
-Olvídalo, no podrían con tanto de esto- realiza una pose tipo luchador acentuando sus brazos y luego señalando su cara guiñando un ojo.
-Ah, sí, tu fealdad es admirable- vuelvo a reír.
-¡Oye!Llegamos a la clase, hablar con Samuel es divertido, siempre me estoy riéndo y al parecer él no se enfada de mi presencia diaria. Sólo falta las últimas dos clases, física y química. Me regreso con Samuel, mi padres tienen pendiente que no me regrese sola porque en la noche todo se vuelve peligroso, bla bla bla. Él se baja una estación después que yo, me despido con la mano, bajo del vagón y espero un mensaje diciendo que me esperan afuera.
Cuando estoy de vuelta en casa, mi hermana sigue despierta por la tarea que tiene pendiente, la universidad parece quitarle tiempo, es dos años mayor; creo que viene de familia dejar todo a última hora. Ceno lo que sobró de la comida, me cepillo mis dientes, me coloco la pijama y me meto a mi cama, preciosa cama.Así son mis días, continuos, aburridos, sin chiste. Por eso leo, me pierdo dentro de los libros donde me siento con vida. Me encanta dormir porque me imagino que soy la protagonista, soy imparable, puedo hacer lo que quiera.
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Espero y les guste :)
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La historia sin fin.
Novela JuvenilCuando lees un libro te adentras a la historia tanto que sientes que es real, pero que sucedería si ella viene hacia ti... Assa una adolescente interesada en sus estudios, Samuel es su amigo y al parecer el único. De repente, en un día normal para e...