La historia me la pidió una amiga lalocadegatos1 espero que te guste la historia, y sé que no me podrás dejar comentarios porque no has confirmado tu cuenta, pero bueno.
La historia no será tan larga, no se de cuantos capítulos, haré la historia...
lamento las faltas de ortografía, solo quiero que disfruten, y aviso que las imágenes mostradas aquí pertenecen a sus respectivos creadores. gracias :D
- Me gustas y si, lo sé, sé que suena raro que diga esto más si soy yo el que lo dice, pero es la verdad no te lo puedo ocultar más.
-___- se quedó perpleja ante las palabras de su "amigo", ya que la mismísima Toriel dijo que Sans no sentía absolutamente nada, por nadie.
A excepción de su hermano, ___ solo procesaba la información en su mente mientras este solo se quedaba mirando a la nada.
- Sans - dijo la joven con un poco de vergüenza - y- yo, yo también siento eso por ti.
- ¿he?
- cuando te conocí, pensé que eras malo, pero con el tiempo me di cuenta de que incluso alguien como tú puede ser una mejor persona - después de esas palabras, la joven se levantó del pasto se sacudió su ropa y fue junto con Sans.
La joven iba a agarrar la cara del esqueleto, pero este se apartó rápidamente recordando que la joven no tenía el collar que la protegía.
- ¿S- Sans? ¿Qué pasa?
- no te acerques, no quiero lastimarte.
- p- pero
- niña solo ALEJATE
- ¿por qué? - la joven estaba a punto de llorar, pero antes de que ella pensara que hisó algo malo, Sans soló le dijo:
- no tienes el collar que te protege, así que si me tocas morirás niña no tendremos ningún contacto hasta que Tori te traiga otro collar.
___ se quedó más tranquila al ver que ella no había hecho nada que molestara a Sans.
Ambos esperaron un buen rato hasta que llegó Toriel con algo entre sus manos, era otro collar.
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A pesar de no ser tan bonito como el anterior seguía teniendo su encanto.
___ se puso el collar que le había dado Toriel, ella sonrió de una manera muy dulce, Sans al verla se sonrojo levemente.
Unos cuantos días:
Toriel estaba revisando que todo estuviera en orden en el paramó, luego escuchó una voz que sonaba como la de un pequeño niño.
