Capítulo 10

46 3 1
                                    

–Tengo miedo –le dije a Liam mientras nos alejábamos de mi edificio. Él me miró con lástima y me agarró una mano.

–Tranquila, no creo que te haga nada malo. Él no sabe nada.

Lo miré mordiéndome el labio inferior, tenía la esperanza de que tuviera razón. En ese momento, llegó un mensaje de Luke. Tenía miedo de verlo, pero al mismo tiempo, necesitaba saber que había hecho Mike.

Luke: Mike está bastante calmado, pero sospecha mucho.

Está haciendo cualquier excusa para entrar a tu habitación, pero Crys lo está evitando a cualquier costo.

Steph: No lo dudo...

Luke: ¿Eso qué significa?

–¿Qué dijo Luke? –me preguntó Liam, soltándome la mano para ponerla en el volante.

–Tenías razón, Mike no sabe nada.

–Te lo dije –dijo con aires de superioridad y se volteó a verme para guiñarme un ojo, junto con su cautivadora  sonrisa de medio lado.

Ovarios inexistentes.

–Ahora sí, ya que el ambiente está menos tenso, –me dijo cuando un semáforo nos detuvo, mientras me volvía pasar su teléfono– deberías poner música.

Me sonrojé y tímidamente le pregunté que quería escuchar.

–Lo que tu quieras, linda –y me guiñó el ojo de nuevo.

En definitiva, este chico es ideal.

Sentía como mi corazón trataba de escapar de mi pecho, al mismo tiempo que yo trataba de recordar alguna canción buena para sorprenderlo, pero en aquel momento lo único en lo que podía pensar, era en los segundos que me agarró la mano. En ese momento, estaba segura de que esa noche dormiría como un bebé. Pero luego, Mike apareció en mis pensamientos y comencé a inquietarme.

¿Y si no puedo entrar a la casa esta noche? ó ¿si se entera y no me deja volver a mi casa, a mi cama? 

Liam me miró con curiosidad y me sacó de mis pensamientos.

–Puedes poner cualquier cosa, enserio, no soy muy exigente.

Reaccioné y puse la última canción que había escuchado esa misma mañana cuando me estaba duchando. 

Segundos después de que comenzara a sonar, su expresión cambió y terminó siendo igual a la de un niño cuando recibe su regalo esperando en Navidad.

–No lo creo ¡NO LO CREO! –con cada palabra que decía, su voz se volvía más y más aguda– ¡Te gusta Panic! at the Disco! 

Yo tampoco lo creía, las únicas personas que conozco que les guste P!ATD son amigos de internet, y más que todo, de Tumblr; así que ahogué un grito, sin poder creer lo que estaba oyendo, y él comenzó a cantar la canción, o más bien gritar, desafinando siempre que llegaba a las notas altas de Brendon Urie. Lo miré por unos segundos, con algo de vergüenza, pero me vino a la mente la vez que canté Are you gonna be my girl? con el mismo entusiasmo que él tenía en ese momento, así que me dejé llevar por la canción. Cuando acabó, él me miró bastante agitado y esa fue la primera vez que lo vi sonriendo de oreja a oreja.

–De veras eres genial, Steph.

No sabía si debía responder a eso, entonces me quedé callada con una enorme sonrisa dibujada en mi rostro, mirando por la ventana.

LuckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora