Demi POV
Me secuestraron a los 5 años, desde entonces he sido entrenada para ser la perfecta máquina de matar que soy desde hace varios años.
Mi "jefe" se llama Ryan, aunque es apodado con el nombre de el degollador.
Sigo sin confiar lo suficiente en el ya que me secuestro y sigue secuestrando a más chicas pero de mayor edad para luego venderlas.
Cuando supe que traficaba también con mujeres le pedí que ese trabajo me lo dejase a mi, el accedió y cada vez que secuestra a una mujer esta cae en mis manos y yo me ocupo del resto; básicamente le hago creer que se las vendo a pedófilos pero en realidad, les consigo nuevos documentos y con algo de dinero las mando a otros países. Si, tengo un trabajo sucio pero sobre todo soy mujer y esos negocios machistas me dan asco.
Doy gracias a Dios al hecho de que Ryan tiene 76 años y cáncer de pulmón, soy su mano derecha y cuando muera(espero que sea muy pronto) me dejará toda su herencia.
Mi nombre en clave es cobra, sigo sin saber por que me llaman así pero bueno, la INTERPOL no tiene imágenes mías por lo que cuando este viejo pedófilo muera me largare con todo su dinero.
En fin, ahora vayamos a la trama de la historia en si...
Me encuentraba en Noruega en un jet privado de vuelta a USA tras un nuevo negocio de tráfico de drogas que había cerrado hace unas horas.
Cuando llegé a la mansión, Ryan me sorprende con una enorme sonrisa, si, sin duda este hombre es repugnante.
-Hola querida-dice animado, yo en modo de respuesta muestro una sonrisa falsa- en fin, mañana cumples 21 años ya, que mayor estas-hace una breve pausa- Como se que pronto moriré voy a contratar a un chico para que te ayude cuando yo fallezca-tras esto se fue de la sala encerrandose de nuevo en su dormitorio.
Solté un suspiro.
Pues nada habrá que matarlo antes de pirarse.
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A la mañana siguiente desperte por una serie de golpes en mi puerta, sobresaltada fue hacia esta y la abri, ahi estaba Ryan
-Buenos dias-dijo con su sonrisa de pedofilo.
-Hey-hice una pausa para bostezar-¿Qué quieres?
-Es tu cumpleaños estúpida.
-No me digas-respondi sarcástica.
Él solto una leve risita; --En unas horas llegara el nuevo chico, te lo tendras que llevar contigo a todos lados--tras decir eso bajo las escaleras lentamente con su cuerpo casi muerto.
Pedazo regalo de cumpleaños,un enclenque que me toque las narices en todo momento. Puse los ojos en blanco y sali de la habitación cerrando la puerta a mis espaldas, mientras me desperezaba fui caminando hacia el lujoso baño donde me quite la ropa y me meti en la ducha.
La ducha era más bien una cabina de masaje con chorros donde podia conectar la radio incluso. Encendi la radio y mientras tarareaba la musica me fui dando la larga ducha, como todas las mañanas; una relajante y larga ducha. Al acabar apague la radio y sali de la ducha, coji mi albornoz y me lo puse con agilidad, hice un doble nudo y me puse en pie delante del espejo del lavabo, coji un peine y comence a peinar mi negra cabellera.
Al acabar, fui hacia la puerta del baño, gire el pomo y al abrir la puerta me encontré con unos ojos verde esmeralda que me observaban detenidamente de los pies a la cabeza desnudandome mentalmente. Carraspeé, el chico me miro de frente.
-La primera vez que me ves, ¿y ya te desnudas ante mi?-dijo descarado.Puse los ojos en blanco.
-Mantente a mínimo cinco metros de mi o te juro que te mato con mis propias manos-dije arrogante y le di un leve empujón para que me dejase caminar.
-Eh, tranquila gatita-dijo y puso sus manos en mi cintura pegandome a el, le cogí de las manos y con un ligero movimiento le tire al suelo de espaldas y puse mi pie derecho sobre su espalda.
-Ni te me acerques idiota-respondí haciendo algo de fuerza para que le doliese, me si media vuelta y entre en mi dormitorio cerrando con un portazo.
Hasta aqui el Prólogo, es algo corto pero en nada estará el siguiente capítulo.