8

1.1K 132 4
                                    

Era hora de terminar con el evento, sacarla última foto en el podio e irse a descansar. Yuri estaba totalmente exhausto, aunque no podía negar la invitación de Pichit, el cual le había propuesto ir a comer con Chris y Viktor. Una vez terminaron de cambiarse, se dirigieron hasta un restaurante situado en la mitad de la ciudad en la que se encontraban, era bastante famoso y todos lo conocían, así que no dudaron en elegirlo.

El camarero los llevó hacia una mesa, donde Viktor y Yuri se sentaron de un lado, y Pichit y Chris del otro. Eligieron su comida y empezaron a hablar de distintos temas mientras esperaban.

Los veo demasiado juntos, ¿Verdad Pichit?.- comentó el rubio incomodando al de ojos celestes. - Viktor, cambiame el lugar, siempre te sientas con el chico más guapo.- dijo acercándose al moreno, el cual sólo le sonreía algo nervioso.

Chicos, yo sigo aquí.- dijo Pichit al sentirse algo excluido, lo que provocó una pequeña risa en el japonés.


No, ni lo pienses.- dijo con una voz molesta aferrándose a su pareja con un abrazo asfixiante.

El ruso se negó rotundamente a su propuesta, sabía lo que podía llegar a hacer si bajaba la mirada un poco, pero terminó aceptando a duras penas ya que el japonés le insistía, parece que no se daba cuenta de la situación por la que estaba a punto de pasar.

Está bien, Chris.- dijo algo enojado mientras se levantaba de su silla para ir al lado de Pichit, quien se dedicaba a apreciar aquella escena y a sarcarse selfies con todo lo que encontraba.

Aunque no estuviera al lado de Yuri, por lo menos estaba en frente, eso bastaría para cuidarlo del suizo, el cual no dejaba de mirarlo. Llegaron los platos que cada uno había pedido, empezaron a comer un poco pero no sin antes pedir algo de beber.

Yuri, ¿puedo probar algo de tu comida? .- dijo el suizo con una voz calmada mirando de reojo al albino, quien se dedicaba a observar únicamente a su pareja con una mirada perdida.

Ah, claro, toma un poco con tus cubiertos.- comentó el japonés sin darle importancia y continuó mirando a su pareja, sonriente y algo sonrojado.

Creo que eso no va a funcionar, voy a tener que intentar con algo más.- dijo el rubio para sí mismo algo desconcertado por la reacción del moreno.

Yuri, ¿puedo probar un poco?.- comentó el albino con una voz dulce y calmada.

Claro, Viktor.- contestó el moreno acercando su tenedor a la boca de su pareja, dejando que pruebe su comida. - Está delicioso, ¿verdad? .- comentó sonriente

Claro, pero lo mejor es el postre.- dijo Viktor antes de darle un dulce beso en los labios a Yuri, mirando triunfante al suizo que ardía de rabia.

Pichit, quien fue totalmente ignorado desde que decidieron sentarse, admiraba aquel beso con brillo en los ojos. Como tardaron bastante, decidió tomar una foto y subirla a Instagram, una de sus redes sociales más activas. Si se trataba de fotos interesantes y selfies perfectas, él era el mejor. La imagen iba acompañada de una frase y varios hashtags, "Me siento algo ignorado... #ViktorNikiforov #YuriKatsuki #Beso #Vikturi" .

Viktor! tenemos compañía, no estamos tan solos.- decía el japonés sonrojado mientras miraba a Pichit, quien disfrutaba de aquella vista, y a Chris, que parecía que estaba a punto de estallar.

Perdón, Yuri, no podía resistirme a tu encantador rostro.- completaba el albino quien miraba con una sonrisa ganadora al rubio, que con un gesto infantil desvió la mirada y siguió comiendo.

Creo que me van a dar diabetes, son demasiado dulces.- decía Pichit mientras reía.

así continuó la noche, la pareja que no se separaba estaba molestando un poco al suizo, que solo miraba algo indignado por si intento fallido de conquistar al japonés. Se entretenían entre ellos, Viktor y Chris peleaban por Yuri y Pichit se dedicaba a sacar fotos y a admirar los besos inesperados por parte del albino. El rubio no tenía nada que hacer, ya que el japonés se dedicaba a ignorar sus comentarios y roces incómodos y se enfocaba en el ruso, el cual sólo se reía de la cara del de ojos verdes y sus intentos por robar a su pareja.

Reían, charlaban de temas varios, sacaban fotos de los platos que iban comiendo y las pateaban en sus redes sociales junto con varias selfies que se sacaron a lo largo de la noche. A su gusto, todo iba perfecto, hasta que empezaron a beber sin percatarse de que al día siguiente tendrían que competir, el único que no saldría perjudicado seria Viktor, justamente el que propuso la idea. poco a poco, fueron bebiendo más y más, era demasiado teniendo en cuenta que Viktor y Yuri eran de emborracharse rápido. Si el japonés estaba en peligro mientras el ruso estaba ebrio, las cosa serían peor teniéndolos a ambos pasados de copas.

Pichit dio la idea de pagar todo y dirigirse juntos hacia el hotel en donde se alojaban todos, de esa manera no les afectaría tanto el alcohol a la manan siguiente. Una vez llegaron a sus respectivas habitaciones, Pichit y Chris se fueron a dormir esperando que Viktor y Yuri hagan lo mismo. Ellos estaban con es intención, pero no fue lo que sucedió.

Ambos estaban bastante ebrios, sus cuerpos no respondían y sentían un fuerte dolor de cabeza, aunque no lograban dormirse. Yuri volvió a recordar sus nervios y empezó a hacer miles de preguntas en voz alta que preocupaban al ruso, quien se limitó a hacerse el dormido y a sólo escuchar en silencio.

¿Y si pierdo? ¿Y si no puedo llegar al Grand Prix Final?  ¿Y si Viicchan se enoja conmigo y me abandona? ¡¡¡No quiero que eso pase!!!.- sollozaba dando vueltas como un niño pequeño sobre su cama.

Yuri~ te amo, ¿sabes? eres lo mejor que me pasó, no me quiero imaginar qué pasaría si te pierdo.- decía Viktor abrazando cual peluche a su pareja mientras sollozaba falsamente junto a él. -Yuri, vas a ganar, confió en ti. - decía con una voz suave mientras el japonés lloraba fingidamente por miedo en su pecho.

¡Viicchan! ¡Tengo miedo!.- sollozaba como si tuviera 4 años  sobre el pecho del albino.

Yuri, no te asustes, yo estoy contigo.- decía entre bostezos hasta quedarse dormido junto con el moreno encima suyo.

Los dos, ebrios, se durmieron plácidamente después de un día bastante cargado, todavía tenían las lágrimas que les había provocado aquella escena tan infantil, aunque lograron dormirse algo tarde, eran las 02:48 de la madrugada y tenían que despertarse a las 7 para poder practicar, al parecer beber tanto les jugó en contra. A la mañana siguiente los esperaba un día bastante largo y agotador.

Mucho más que simple admiración {Viktuuri}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora