"Regalo de seis cuerdas"

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24/12/2016 10:02 am.

Guillermo vaga por la cocina, buscando cualquier cosa que pueda caerle bien en el estómago; la frustración se apodera de él mientras unta un poco de mermelada sobre un pan de caja. «Un regalo, especial, cómo él» repite en su mente en cada mordida. Al terminar de comer su emparedado, bufa, cansado de tanto pensar en que puede comprarle, y maldiciéndose por haber dejado hasta ultima hora algo tan importante y significativo en esas fechas. Concluye su desayuno, y sale corriendo de casa dispuesto a ir hasta Sol para buscar un buen obsequio, para ése al que llama su novio. «como siempre tarde», piensa mientras acomoda su abrigo para cubrirse del frío de aquella mañana. Coge un taxi, dirigiéndose a la plaza del Sol para poder localizar, aunque sea, un local abierto a esa hora y en ese día.

[...] El frío le cala los huesos. Todos los locales de Sol están cerrados con un letrero que pinta "Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo"; Guille tiene rozadas las mejillas por el aire congelado, algo que a Samuel le gusta mirar cada que salen a un lugar frío, ya qué le da la oportunidad de calentar sus mofletes entre sus manos y su boca. Willy sonríe, pensado en lo bueno que sería que Samu le calentara los mofletes. Guille distingue una luz en un pequeño callejón, se acerca, sin sacarse la pregunta de la cabeza «¿Qué querrá Vegetta?» Una tienda con persianas de bambú y olor a incienso se instala en la visión de Guillermo, tiene puertas de cristal y en el escaparate se muestran diferentes artículos, de los cuales Willy sólo reconoce una guitarra y un teclado. Llama a la puerta, la cual se abre al toque de sus manos; comienza a deambular por la tienda, buscando algún presente para su chico. Distraído, cruza por el lugar, esquivando varias cajas que hay por el suelo, hasta chocar con algo que no puede mover con un pie, haciéndolo levantar la vista para encontrarse con los ojos miel de un castaño de metro noventa.

 - ¿También olvidaste el regalo? - musita aquel castaño apodado como Rubius por sus amigos.

 - ¿Qué comes? Que adivinas. -

 Rubén muestra una sonrisa y larga un suspiro. Willy baja la vista hasta las manos delgadas de Rubius, las cuales sostienen una bolsa y luego la sube de nuevo hasta sus ojos. 

- ¿Esto? - señala - Es un gato de manivela para Mangel, creí que sería lindo - musita contemplando la bolsa con ojos brillosos de alegría, como los de un niño al entrar a una dulcería

 - ¿Buscas algo para tu novio? - Guillermo sonríe instantáneamente y se le sube el color a las mejillas.

 - Sí - logra susurrar después de un silencio no muy prolongado.

 - Tal vez el del mostrador pueda ayudarte, él me recomendó el gato - sugiere el otro chico, regalándole una sonrisa lasciva a Guille.

24/12/2016 10:57 pm.

Todos están reunidos en el salón principal de la casa de Samuel y Guillermo que, por suerte, es la más grande de la de todos sus amigos. Rubius y Mangel discuten sobre el disco de villancicos que van a poner, mientras que Vegetta, Lana y Cheeto acomodan más condimentos en el pavo que hay en la mesa. Luzu, por otro lado, graba historias de instagram con Alex y Frank, quienes están sentados en uno de los sofás más grandes del salón. Guille sólo observa, su regalo se encuentra escondido detrás de las escaleras que llevan al primer piso de su casa; siente una extraña mezcla alegría y angustia, haciendo que su cerebro no deje de generar la misma pregunta: «¿Y si no le gusta?» Llegan las once, todos comienzan a repartir sus regalos a sus respectivas parejas o amigos; Samuel se acerca a Guillermo con una sonrisa, entregándole una pequeña caja. Guille mira discretamente hacia la escalera, donde se esconde su regalo, y luego observa a Rubén, que lo mira con ansias de saber lo que pasará con el presente morado con cuerdas que aguarda a ser desenvolvido detrás de las escaleras de la casa de dos plantas. Guillermo se dedica a abrir la pequeña caja, que contiene una pequeña pulsera de plata, donde podía leerse un grabado: "¿Casualidad? Lo dudo". Guillermo se levanta y rodea a Samuel con ambos brazos, éste corresponde el abrazo. - Feliz Navidad, chiqui - musita el de la voz aguda en el oído de Guille, quien oculta su rubor en el cuello de su novio. Ambos se separan. Después de unos minutos, Samuel se da cuenta de que alguien ha faltado con un regalo, haciéndolo sentir un poco mal, no por el hecho de haberlo olvidado, si no por ni siquiera haberle dicho una sola palabra. Sin más, Samuel se marcha hacia la cocina, algo incomodo por lo anterior. Rubius lanza una mirada a Guillermo, y éste sólo niega con la cabeza. 

 - Bueno, púes - la voz de Samuel irrumpe en el salón después de unos minutos, llamando la atención de Guillermo - creo que es hora de cenar. Todos caminan hacia la mesa, Guillermo pinta una sonrisa en su rostro, y se lanza una mirada cómplice con Rubén, que le indica que todo está bien.

Flash Back.

 El hombre del mostrador le muestra a Willy muchos objetos curioso, pero ninguno le llama al 100% la atención. Su mirada se pasea por el local hasta hallar un instrumento colgado en la pared, con seis cuerdas de alambre, a simple vista de caoba y, lo mejor de todo, tintada de color morado con diseños en rosa. - Ésa - musita señalando la guitarra que cuelga en la pared de aquella tienda escondida en Sol. El hombre pide ayuda a Rubén para que baje la guitarra, la cual es totalmente ligera y con acabados aún más lindos vistos de cerca. Los tres caminan al mostrador, Guillermo cogiendo su billetera y sacando la tarjeta de crédito para poder pagar aquélla belleza. - ¿Quiere algún grabado? - pregunta el hombre. - ¿Grabado? - Rubén y Guillermo se miran confundidos. - ¿Alguna frase? Escrita con tinta negra por sólo dos euros más - explica el hombre levantando dos dedos de la mano izquierda. Willy sonríe, pensando en la frase perfecta.

Fin del Flash Back.

La cena concluye después de una hora, aproximadamente. Samuel despide a Luzu y Lana en la puerta de la casa, mientras que Guillermo habla con Rubén en el salón de la casa. - ¿Todo calculado entonces? - pregunta mientras le da un último sorbo a su cerveza. - Si, todo - dice Guillermo guardando sus manos en los bolsillos de su pantalón. Ambos caminan hacia la salida de la casa, donde se encuentra Samuel recargado en el marco de la puerta principal. - Púes... Gracias por todo - dice Rubén sonriendo - No te olvides, Willy - añade mirando al menor, él niega. Todos se fueron, dejando a Samuel y Guillermo solos, de nuevo; Guille camina hacia las escaleras mientras que Samuel se deja caer sobre un sofá. Jinggle Bells suena en los altavoces de la casa. Guille aparece en el umbral del salón, con una guitarra envuelta en papel de regalo, Samuel lo observa con atención mientras el chico de ojos achinchados se acerca. 

 - Te compré esto - dice con voz casi inaudible y se sienta a su lado, poniendo la guitarra sobre el regazo de su novio.

 - Me pregunto que es - se burla Samuel.

 - Púes, un móvil no - sigue la broma. 

 Samuel desenvuelve el instrumento, mirando asombrado el color del mismo y los detalles en rosa, pero lo que más llama su atención es esa pequeña frase escrita en cursiva en la parte inferior de la guitarra: "En tu mirada veo mi mundo perfecto"; la cara del mayor pinta una sonrisa, y antes de que Guillermo pueda darse cuenta, éste ya ha atacado sus labios, besándolo con cariño, un beso que expresaba lo mucho que agradecía el presente y lo mucho que amaba a su novio. - Gracias, chiqui - pronuncia sobre sus labios, para luego volver a sellarlos con un beso más profundo, dejando la guitarra de lado, al igual que la música de fondo que, por cierto, ya había terminado de sonar. Samuel lo coge en brazos, sin quitarle los labios de encima, Guillermo sólo enrolla sus brazos sobre el cuello de él y se aferra a su cuerpo al sentir que sus labios ya no se unen y que se ha puesto de pie, guiándolo por el salón hasta las escaleras, y subiendo éstas con paso decidido para poder llegar a su habitación. Abre la puerta de la antes mencionada, y se adentra en ella, cerrando la puerta de una pequeña patada, para así culminar una de las mejores navidades de sus vidas.

»Regalo de seis cuerdas» Wigetta [one-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora