— Soy Marina.
Parecía muy tímida y eso la hacía adorable. Nunca había conocido a una persona tan dulce y tan aparentemente delicada en los cinco años que pasé con Marco. Y era bueno que hubiera un cambio en el ambiente.
— ¿Y qué querrías en tu pizza, cariño?
— Sólo pepperoni, por favor.
Lo escribí en una nota y se lo di a través de la ventana de la cocina a Ross, que era el cocinero, y un amigo de Marco.
— Es una monada, ¿verdad? — dijo cuando se dio cuenta de que la estaba mirando fijamente, mientras ella estaba sentada en una mesa, mirando algo en su móvil.
— Hmm, sí que lo es.
— Mejor no dejarle a Marco sentir que tiene competencia... él podría arruinar su preciosa cara.— bromeó Ross, volviendo a concentrarse en hacer la pizza.
Rodé mis ojos, volviendo a mirar hacia Marina. Parece tan inocente y pura... algo que yo no he sido en mucho tiempo.
— ¡Lana!— me giré hacia Ross, agarré la pizza, y fui caminando hasta donde estaba sentada Marina con la bandeja.
— ¿Quieres algo de beber muñequita?
— N-no, gracias. — dijo, y me sonrió una vez más, sacando una botella de agua de su cartera.— pero un poco de compañía estaría bien.
Le sonreí por millonésima vez desde que había entrado a la tienda, y me senté en frente de ella.
— Bueno...
— ¿Que tal estás?— preguntó cogiendo una porción de pizza del plato y dándole un pequeño mordisco.
— Estoy... bien. Supongo...
— ¿Por qué sólo "bien"? — me preguntó, con preocupación y sinceridad en su mirada. Aunque probablemente no le importe.
— Oh... ya sabes... cosas familiares, problemas en mi relación. Cosas diarias por las que la gente pasa. — pero oh, cuántas ganas tenía de decirle que mi novio era un traficante de drogas, y cuántas ganas tenía de decirle que necesitaba ayuda para salir del lío en el que me había metido. Parece una buena chica. Probablemente haría cualquier cosa para poder ayudar a alguien.
No, dudosamente. Ella es una completa extraña, Lana. No te engañes. Sabes lo que pasó la última vez...
— Lo siento mucho. E-espero que las cosas mejoren. — Sinceridad. Qué adorable.
— Yo también lo espero. — dije mientras ella volvía a morder su pizza.— Pero suficiente charla sobre mí. ¿Cómo estás tú?
— Pues maravillosamente. Aunque podría estar mejor. Ya sabes, menos estresada.
— Oh, ¿y qué es lo que te estresa?
— Oh... mi hmm... mi madre murió hace unas semanas, y tenemos que pagar los gastos de su entierro, además aún tengo que seguir pagando la Universidad, pero no estoy segura de que lo pueda hacer ahora...
— Oh... lo siento mucho. Tal vez podrías buscar un trabajo o algo. Oh, o puedes... ¡trabajar aquí!
— ¡¿En serio?!
— Sí, en serio. — solté una pequeña risita ante su repentino entusiasmo.
— Eso sería genial. Muchísimas gracias.
— Sólo ven mañana alrededor de las tres.
— ¡Vale!
Habíamos acabado con la pizza, así que Marina se levantó y tiró su plato de plástico en una papelera. Caminó hacia la puerta y la empujó para abrirla.
— ¡Gracias, Lana!
Le sonreí mientras se giraba y salía fuera.
Espero que a Marco no le importe...
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Gángster: Larina (fanfic)
Fanfiction"Esos gángsters son un poco peligrosos, ¿no crees?" "No son tan malos como piensas... créeme" Ship del Fanfic: Lana del Rey x Marina Diamandis (Larina) Texto original: @-unlovely Traducción: @SpiderDonut Espero que os guste :)