Aventura

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...

El resto del vuelo lo pasamos hablando de nosotros. De nuestros hobbies, gustos y disgustos. Hicimos bromas. Incluso intercambiamos números. Si, si. ¿Cómo pude darle mi número a un sujeto que conocí por tres horas en un avión? Se preguntaran. Bueno, creo que conocí lo suficiente de él como para saber que no es un violador secuestrador o asesino.

Al parecer el tiempo se nos fue volando. Ya que cuando menos nos dimos cuenta el avión estaba a nada de aterrizar.

-¨Pasajeros. Favor de abrocharse el cinturón de seguridad. Estamos a punto de aterrizar¨ - Una voz medio robótica hablo.

...

Unos diez minutos después estábamos saliendo del aeropuerto. Ryan fue todo un caballero y me ayudo con mis maletas.

-Y bien –dije parando en seco- supongo que...luego nos ve...

-Espera –interrumpió- Sabes...yo...tengo un tiempo libre hoy en la tarde – hablaba medio nervioso- si quieres podemos ir a dar la vuelta por ahí y sirve que conocemos un poco la ciudad. –Paso una mano por su nuca-

-Ryan, me encantaría. Pero –dije cabizbaja- No puedo. Tengo que ir a ver lo del departamento y todo eso –vi que se desanimó un poco- pero, si quieres podemos ir mañana ¿Te parece bien? –le sonreí

-Perfecto Maggie. - dijo esbozando una sonrisa. Sí. 3 horas de conocernos y ya me había puesto un apodo. Uno que fácilmente podría haberme puesto mi abuelita. Aunque supongo que estaba bien. Quería decir que de verdad le agradaba. O eso creo - ¿Quieres que te acompañe o puedes llegar sola? -preguntó

-Claro –solté una risita- como si tú conocieras mucho la ciudad. Seguro nos perderíamos – ahora fue una risa más fuerte-

-Oye – reprocho- no me subestimes. Soy un aventurero nato – hizo pose de musculoso a lo que yo solo reí.

-Esta bien señor aventurero –dije en tono de burla- vámonos.

...

Unas 5 mil vueltas a la ciudad después por fin llegamos a el edificio en el que supuestamente viviria de ahora en addelante. O al menos eso decia la direccion que me habia dado mi padre. Creo que no hace falta decir lo cansados y hambrientos que estábamos.

- Que suerte que vine contigo. Si no hubiese llegado mañana. Gracias joven aventurero por traerme tan rápido a casa – dije con notable sarcasmo y luego reí.

- Oye – reprocho de nuevo- mejor calla. Que de no ser por mi seguirías perdida en el parque- Ya mejor no dije nada por que tenía razón.

*Flashback*

Llevábamos como 30 minutos dando vueltas por Madrid cuando de pronto me percate de que había un vendedor de helados a unas cuadras. Así que de la nada y sin darme cuenta obedecí a mi niña interior, y al hambre que tenía, y me eche a correr hacia él. En fin, llegue compre mi helado y cuando volví a mi note que ni siquiera me había fijado de donde vine. Me había perdido, Y lo peor era que Ryan, al estar viendo un mapa en su móvil, seguro se dio cuenta de hacia donde me fui. Unos 5 minutos despues de estar tratando de adivinar por donde había dejado a Ryan sentí una mano en mi hombro.

-Maggie, ¿Qué haces aquí? Me preocupe, pensé que algo malo te había pasado –dijo hablando rápido

Ryan –lo abrace feliz y luego le explique todo

*Fin del flashback*

-Si, si. No tienes porque recordármelo. –Hice puchero- Además, tenía hambre después de todo tenia media hora vagando y dando vueltas por aquí y por allá por culpa de alguien –lo mire culpándolo

-Gracias Ryan por salvarme la vida y por traerme a casa. De nada Maggie, fue un placer – dijo burlón imitando una conversación y luego soltó una risita.

- Ay cállate –le golpee suave el brazo

-¡Oye! Que grosera. – dijo en plan diva y ambos reímos

-Bien Ryan. Entonces ahora si supongo que nos vemos luego –Tome mis maletas- Ah, y gracias por rescatarme en el parque –reí y el también

- Entonces, eh...¿Te mando mensaje al rato para ver lo de mañana?- pregunto y yo solo asentí con la cabeza – bien. Nos vemos – Dio la vuelta para irse y solo se despidió con la mano desde lejos.

Como me enamore de mi estúpido vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora