Sin Darme Cuenta

9 1 0
                                    


Sábado, 2:00 am, una noche lluviosa y fría, me levanté de mi cama para tomar un poco de agua. Bajé a la cocina lo más lento posible, pues mis piernas no me permitían ir más rápido. Me senté en la mesa a esperar que se me quitara el sueño.

Tocaron la puerta, un escalofrío, pesado como una gran roca pasó por mi cuerpo. Me asusté, no es normal que a las dos de la mañana alguien toque tu puerta. Apagué la luz para despistar que había alguien despierto. Me acerqué poco a poco a la puerta con pasos pequeños y silenciosos. Miré a través de la ventana antes de abrir. Una silueta permanecía parada en mi entrada. Pensé un millón de veces si debía abrir o dejar pasar desapercibido. Por fin decidí...me fui nuevamente a mi cuarto a tratar de dormir nuevamente pero...tocaron la puerta de nuevo. Me armé de agallas, bajé, lentamente, con cautela, tratando de ocultar el miedo que había dentro de mí. -¿Quién es?- dije con la voz temblorosa.

Nadie respondió. Me acerqué a la ventana para verificar si aún estaba alguien en la entrada, y sí, ahí estaba esa extraña silueta, esperando a que abriera para asustarme, matarme, yo que sé. Fui rápido a la cocina y tomé un cuchillo. Decidí abrir la puerta muy lentamente. Estaba temeroso, sudaba frío, sentía una mala vibra cerca de mí. Abrí, sí, lo logré, pero al mirar afuera, nadie estaba, todo estaba oscuro, no se escuchaban ruidos, ningún auto, ningún drogadicto que acostumbraba a rondar la zona a esa hora. Nuevamente sentí el miedo extremo, me quedé congelado como un bloque de hielo, como si estuviera en el polo norte.

Me relajé, tomé valor y decidí volver a la cama pero, al dar la vuelta ahí estaba la silueta, el fantasma, la persona, lo que haya sido. Me desmayé y no supe nada de mí.

Desperté en mi cama, lleno de sudor, incluso orinado. De ahí me di cuenta que solo fue una pesadilla, una tonta pesadilla. Esperé a agarrar ánimos y poder levantarme de mi cama para darme un baño y salir a caminar.

 Esperé a agarrar ánimos y poder levantarme de mi cama para darme un baño y salir a caminar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Salí de ducharme, me vestí, tomé mi billetera con 20 dólares, mi reloj, mi mochila, mi gorra. Me dirigí rápido a la calle, tenía que llegar rápido a la estación de tren para que no me dejara el transporte. Llegué, era la única persona en esa estación, pensé que por la hora no había personas.

Por fin llegó el tren. Me subí. Era tanta mi desorientación que no me di cuenta que yo era el único pasajero en ese vagón. Todo estaba solo, callado, solo el ruido del tren, pero de ahí en fuera nada hacía ruido. Un mareo llegó de repente, seguido de náuseas y ese horrible escalofrío. Cerré mis ojos y traté de relajarme, pues pensé que tal vez un poco de relajación me haría bien. Sin darme cuenta me quedé dormido y desperté en otra estación que no era mi destino. El tren había hecho alto total. Traté de abrir la puerta pero parecía que el tren estaba apagado.

Grité lo máximo posible para pedir ayuda, quizá alguien que estuviera cerca me podía escuchar y sacarme de ahí. Grité demasiado. Quise romper un vidrio de las ventanillas pero era imposible. Incluso intente escapar por una de las ventanillas, pero eran muy pequeñas para que yo pudiera pasar por ahí.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 16, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

DeadWhere stories live. Discover now