Madrugadas largas.

Justo a la 1:00 am está lloviendo dentro de mi habitación.
Es muy raro porque justo a esta hora suelo sentir un vacío tan profundo y no sé cómo llenarlo, simplemente sé que lo único que necesito, es a mi y que yo debo estar bien.
Cómo decía, justo ahora está lloviendo y por primera vez, no es agua la que cae. Me están lloviendo todas esas promesas rotas que me han hecho, esas que ya no me dejan creer y creer es la mejor forma para no pensar.
Llueven nombres, canciones de esas que son hechas a medida para sanar o perforar más tu herida.
Están lloviendo recuerdos, de los más maravillosos que me han tocado vivir.
Sobre mí, está lloviendo una mujer morena, ojos preciosos y una ligera manía por romperme en pedazos.
Otra mujer pelirroja, una sonrisa capaz de crear reacciones que no te imaginas, unas piernas y un carisma, una amiga y una ligera estupidez por irse con otro tipo.
La otra mujer de lentes, delgada y con una locura que me encanta y me vuelve loco. Ella tiene una ligera manera de marcharse sin decir nada y volver diciendo que me quiere y ha dado todo por mi.
Malditos recuerdos, todos me atacan al mismo tiempo.
Y eh comprendido que la madrugada más larga, es cuando no dejo de pensar en ellas. Bryan Cervantes