Es una noche más como tantas otras. Otra vez la misma historia. Nuevamente me encuentro encerrada, en mi cuarto, procesando todo lo que escuche durante el día, tratando de llevar la cuenta de las veces que me dijeron ‘’no lo vas a conocer nunca’’. Otra vez llorando porqué se que tienen razón, ya perdí todas mis esperanzas. Una y media de la mañana, los ojos hinchados, como siempre, no tengo más lagrimas que derramar, me dispongo a dormir, cuando me recuesto, mi cabeza sigue maquinando, mierda, dos y cuarto y no consigo dormir, estoy cansada, pero no logro conciliar el sueño, sin darme cuenta llega la mañana, me levanto y me miro en el espejo más cercano, soy un desastre, ojos hinchados, el cabello enmarañado y para completar el viejo pijama… Camino hacia el baño, creo que aún siguen todos durmiendo, así que tomo una ducha rápida, cuando salgo del baño no hay nadie en la casa ¿Dónde están todos?. Camino hacia el comedor y encuentro una nota de mi madre ‘’Nos fuimos todos al banco a hacer unos trámites, quizá volvamos tarde, te queremos’’ ¡Que considerados! ¿No se les ocurrió preguntarme si quería ir? Seguro salen del banco y se van a pasear, los odio cuando son así ¡Cuando me dejan de lado!, bueno no me importa, voy a salir, a pasear por el centro, a algún lado voy a ir, no sé.
Dos y media de la tarde. Me encuentro caminando sola por pleno San Telmo, desencajo totalmente con todas las chicas de ahí, todas de polleras, vestidos, hermosos zapatos y peinadas a la perfección, y yo… acá estoy, con un pantalón de jean desgastado, un buzo grande que tapa mi rostro con su capucha completando con unas viejas y sucias converse, la música que inunda mis oídos me hace sentir que soy yo sola en esas calles tan inmensas, camino mirando al piso, ignorando todo y a todos a mi alrededor , hasta que de repente me choco con alguien, cuando alzo la vista, veo a un chico, un chico que yo conozco muy bien, aunque tuviera casi todo su rostro cubierto, lo reconocí al instante, sus ojos lo delataron, la emoción no me dejaba articular palabra, cuando estaba por hablar el joven tapo mi boca y realizo un ágil movimiento, de un momento al otro estábamos metidos en una cafetería, las lágrimas salían de mis ojos con la fuerza un rio después de una crecida de lluvia, nos sentamos en una mesa y me pidió silencio.
—Mira. No te ofendas si fui brusco, o algo por el estilo, no era mi intención. Yo solamente quiero estar en paz aunque sea un día, y si vos gritabas, iban a llegar cientos de chicas a pedirme una foto, un autógrafo y esas cosas, no es por agrandarme pero es así, viste como es esto de salir en la tele.
—No, no puedo creer esto.
—¿Qué? ¿Qué estás en frente de Franco Alfaro en un bar? Bueno créelo, me encanta pasar tiempo con Aliadas pero hoy quiero alejarme de todo así que por favor conseguí alguien que nos saque una foto y seguimos nuestros caminos.
—Cuatro años, cuatro putos años espere para conocerte, creo que merezco otro tipo de trato loco, todos tenían razón al final cuando me decían ''al boludo de los videos se le subió la fama a la cabeza’’ ¿no?.
En ese instante el abrió los ojos como platos, y me abrazo, me abrazo fuerte, un abrazo tan hermoso, eso que tanto espere al fin era real, lo tenía conmigo, estaba abrazando a mi ídolo, mi héroe, mi ángel, a mi amigo.
—Ahora yo soy el que no puede creer esto.
—¿Qué cosa?
—Que todavía, bueno, que todavía estés, acá. Perdón, soy un idiota, pero estoy tan cansado de todo esto, tanto cariño falso, de fans temporales, que ya no sé cómo tratar a la gente.
—Yo solo quiero agradecerte todo lo que hiciste y haces por mi día a día, sos el orgullo más grande que tengo, nunca me voy a arrepentir de haber escrito ''Julian Serrano´´ en el buscador de Youtube, hoy en día, sos una de las personas más importantes en mi vida.
—Yo soy el que está agradecido con vos.
—Pero… ¿Por qué?.
—¿de verdad me preguntas por qué? Seguís acá a pesar de todo, a pesar de que ''no soy el mismo de antes’’ y de que ''Te falle en muchas cosas´´. Cruzarme con personas como vos, siempre me deja sorprendido, es que no hay muchas y porque a veces creo que no las merezco, no merezco todo lo que me dan, son tan pocas y me dan tanto. Ustedes se convirtieron en las personas más importantes de mi vida el día que pulse el botón de subir, quizá muchas ya no estén y se alejaron por mi actitud pero yo siempre las voy a recordar con una sonrisa. No me va a alcanzar el tiempo para agradecerle todo lo que hicieron
—Sos tal cual espere que fueras todo este tiempo. Tan, atento, te quiero demasiado.
—Yo soy el que las quiere, más bien dicho, yo las amo.
—Nosotras más.
—¿Vas a querer que nos saquemos una foto?.
—Si.
—Bueno pero ¡apúrate por favor!.
—¿Todavía te queres ir no?.
—No. Pero quiero una foto con vos antes de que te vayas.
—Pero yo no quiero irme, no me voy a ir Julian ¿Qué decís?
—Es 24 de diciembre ________ en cualquier momento tus viejos te levantan para que los ayudes con los preparativos de esta noche.
—Entonces. ¿Todo esto es un sueño?.
—Si es un sueño, pero yo te prometo que todo va a ser real algún día y que cuando yo te vea voy a saber que te conozco de algún lado, no voy a saber de dónde, pero voy a tener la certeza de que te conozco y vos tenes que prometerme otra cosa.
—¿Qué cosa?.
—Prométeme que nunca más vas a llorar por las cosas que te dicen los demás, prométeme que no te vas a dar por vencida nunca. A vos no te tiene que importar lo que digan los demás, que no tengas una foto con migo no te hace ni más ni menos Serranista. Ser Serranista no se basa en que yo sepa de tu existencia, te responda en un video, te de favoritos o te siga en twitter, ser Serranista se trata de esto, se trata de que vos estas siempre que te necesito, se trata de que vos seguís ahí, firme para mi pese a todo, pase lo que pase. Ser Serranista es que vos sepas que yo te amo por más que no te lo diga personalmente, por más que no nos conozcamos te amo, porque sin vos nada sería como es, porque todo cambio desde el momento que entraste en mi vida, nada volvió a ser igual y no hace falta que me conozcas para saber que siempre voy a ser parte de la tuya, que siempre voy a estar para vos, a pesar de todo, de la distancia, de las diferencias e incluso de la ausencia.
