u n o

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J o s.

La vida no es como la describen en los libros, ni como la representan en las películas. Jamás encuentras a un Príncipe azul, no viajas a lugares desconocidos por un ropero, no encuentras el amor muriéndote de cáncer. Siempre hay que tener en mente, que esto no es una película, ni un libro.

No es que el amor pueda llegarte tan pronto. Eso me pasó a mi, un chico que apenas tenía sus 14 años. Si, la pubertad te llega por sorpresa. Jamás pude llegar a socializar mucho, por lo que sólo tenía un amigo, tal vez dos, y ninguna novia. No fui bueno para las chicas, ni para los deportes. Sólo era un pequeño punto entre miles de personas.

A los 17, conocí mi sexualidad. Ahora entendía porque las chicas y yo no éramos compatibles. Descubri que era gay, difícil de aceptar. Más si en esta sociedad, sólo hay lugar para la homofobia.
Mi madre me acepto tal y como era, mi padre. Bueno, el había muerto de cáncer cuando tenía 6 años.

Mi primer amor, bueno, como siempre sucede, no fue correspondido. No fui de los que eran románticos, ni los que eran tímidos. Digamos que estaba entre esos dos. De igual manera, ese chico del que me enamoré, me hizo entender varias cosas.

1.- Jamás, te enamores de tu mejor amigo.
2.- Nunca, de los nuncas, te le declares frente a media escuela.
3.- Aprende a quien amar, y a quien no. Ya sabemos que las apariencias engañan.

Entre a la Universidad, como el típico chico nuevo que no conocía a nadie. Aprendí a socializar, y pasado un año, ya tenía varios amigos. Pero seguía sin novio. Hasta que lo conocí a el. Ese ser humano que puso mi vida de cabeza.

Yo no planeaba enfrentarme a cosas duras, pero gracias a el, pude aprender a enfrentarlas. Aunque todos sabemos que no todos los cuentos, tienen su final feliz.




















A l o n s o.



Nunca fui muy sociable. Me gustaba la soledad. Leer libros y poder admirar la trama de estos. En mis planes, todo estaba arreglado. Tenía un novio; Jace. Tenía un futuro planeado, hasta el día en que entre a la Universidad.

Y lo conocí. El supo hacer cosas que Jace no hacia conmigo. Supo enseñarme a ser valiente, pudo robarme el corazón en cuestión de meses. El era quien había soñado. Lástima, que las cosas no habían salido como yo esperaba.

Desde pequeño, tuve demasiados traumas, y acudí al psicólogo varias veces, mi madre era alcohólica, mi padre un drogadicto. Mi tío, el era el único en el que confiaba, hasta aquel día, en el que aprendí a no confiar en nadie.

Nunca le conté a nadie sobre mi vida, ellos creían que tenía unos padres maravillosos, que yo vivía bien. También supe lo que era ser discriminado. Jace estudiaba en una escuela diferente a la mia, y no estaba ahi para protegerme. Me decian marica, sólo porque me gustaba vestir con "colores pastel". No me gustaba que alguien llegará y me preguntará el porqué de esta costumbre, ni que me molestara con esto.

Jace lo había hecho algunas veces, pero siempre le pedía el no hablar sobre eso. Es algo que prefiero no recordar por ahora, ni quiero hablar con nadie.

"Yo no buscaba a nadie, hasta que te encontre".

Colores Pastel ↷ Jalonso VillanelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora