Capítulo 18: Es amor lo que sangra.

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–– Vera? –– Sentí a Gustavo entrar y guardé la carta rápidamente.

–– Gus –– Sonreí y lo abracé por los hombros tratando de fingir mi nerviosismo.

–– ¿Te pasa algo hermosa?

–– No pasa nada Gus –– besé sus labios.

–– ¿Segura? ––

–– ¿Sabes de lo que estoy segura? –– pregunté desviando el tema.

–– ¿Que cosa? –– preguntó pícaro.

–– Te amo –– lo abracé como si fuera la ultima vez, no quería soltarlo. Todavía no sabía si me iría o no pero quería estar cerca de él cada minuto que pueda.

–– Estas rara vos –– solo me reí.

Salimos y caminamos hasta donde estaban Zeta, Car y Charly.
Nos sentamos en en la arena, Gus estaba recostado sobre sus codos y yo me senté como indio frente a el.
Me puse a observar todo, pasé casi un año con estos chicos: Zeta estaba encaramelado con Carla. Zeta era el equilibrio del grupo, siempre sabia como mediar entre las peleas de Charly y Gustavo que remarco son bastantes. Carla es mi mejor amiga, y había encontrado el amor en nuestra banda favorita, sabía que me costaría dejarla pero que sería la primera en comprenderme si me iría.
Charly y su cabellera rubia, el que siempre me escuchó y disculpen por expresión pero me enseñó que hay veces que las cosas te tienen que chupar un huevo. A él lo vi y lo veo como un hermano mayor pero hubo días, cuando todavía no salia con Gus, días en los que me tiraba onda pero hasta ahí, siempre me respetó y me ayudó en casi todas las peleas que tuve y tengo con mi novio.
Y Gustavo, él es todo. Es una persona tan profunda, me cuidó tan bien estos días. Por mas que peleamos siempre sabíamos salir de esas situaciones. Lo amaba, simplemente eso.

*******

Al día siguiente partimos hacia Ecuador. Teníamos escalas así que el viaje duró dos días. Cuando llegamos al hotel Gustavo y los chicos se quedaron bajando los equipajes, nosotras con Carla salimos a comprar algo para comer.
Cuando volví Gustavo estaba en mi habitación leyendo la carta, mi carta:

–– ¿Que haces? – entré apurada y se la arranqué de la mano.

–– ¡Felicidades! –– sonrió irónico –– ¿cuando pensabas decirme?

–– Gustavo, de verdad te lo iba a decir cuando decida irme o no.

–– Y claro, en una semana tenes que estar allá para la entrevista y vos pensabas decirme ¿cuando te estés yendo?

–– No seas egoísta Gustavo

–– No soy egoísta Vera, si no que traté de no ocultarte nada como me pediste y me salís con esto.

–– Vos no tenías porque leer mis cosas.

Y salió furioso. Mas tarde Car vino a buscarme para salir a una fiesta, le conté lo sucedido y me dijo que hiciera lo que yo quisiera, que ella me apoyaría.  Nos quedamos charlando hasta tarde, los chicos se habían ido para la fiesta horas antes. Decidí acompañarla o al menos dejarla con Zeta en la fiesta y después volver al hotel.
Cuando llegamos a la fiesta, ella encontró a Zeta y me quede un rato con ellos pero no veía a Gustavo.
Decidí irme al hotel, mientras salia registré el lugar con la mirada, la musica y el humo me saturaban pero logre ver a Gustavo mas cerca de lo que pensé pero el no me reconoció, estaba bailando con una rubia, le preguntó si quería ir con él de gira, la rubia asintió y el sin mas la besó.
Mis ojos se llenaron de lágrimas automáticamente y estas no tardaron en salir. Sentí que todo se derrumbaba. Todo lo que armamos estos días se había terminado.
Salí y me tomé un taxi directo al hotel, quería irme ya de esto, el sueño había acabado.
Entre a mi habitación y guardé en mis maletas la poca ropa que había sacado ya que llegamos esta mañana.
Me iría mañana a primera hora, tomaría un vuelo a Argentina y de ahí me iría con mi padre.

**********
6 p.m.

Le dejé una carta en la habitación de Car donde le explicaba todo y le decía que no perdería contacto con ella.
Tomé mis maletas y salí de la habitación, planeaba pedir un taxi en recepción pero para mi suerte no había nadie.
Estaba saliendo y vi entrar a Gustavo abrazado a la rubia, los dos me miraron, ahí estábamos el pasado y el presente mirándonos a la cara, claramente yo era el pasado.
Atrás venia Zeta, Car y Charly los cuales abrieron los ojos como platos al ver la situación.

–– ¿A donde vas? –– Preguntó Gustavo soltando a la rubia.

–– Eso no te importa –– seguí mi camino ignorando a los chicos, se me haría más difícil si me tomaba el tiempo de despedirlos.

–– Si que me importa, tu mamá me encargó que te cuide.

–– ¿Ahora te importa eso? Sos una mierda –– grité.

–– Vera, pará de verdad. No te podes...

–– Si me puedo ir así! Si vos te podes llevar a la gira a cualquier mina que se te cruce yo también. Seguí con tu vida de estrella. 

–– ¿y el amor? - Dijo Charly el cual tenia varias copas encima.

–– Es lo que sangra. –– Escupí furiosa y salí del hotel.
Hice parar un taxi que por suerte venia por la misma calle. Todo se terminó, con mis dieciocho años me estaba yendo, dejando atrás mi vida adolescente. Dejando a tras a mi amiga, a Soda y sobre todo a Gustavo.


- En camino - #TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora