Circus Hotel

Bienvenida a Circus Hotel

N/A: Los personajes pertenecen a la Clamp, la historia a mi.

-ooo-

Circus Hotel "Aquí nada tiene sentido"

"Se bienvenido a Circus Hotel, un lugar en donde las risas y diversión son cosas de todos los días. Se parte de cada uno de los espectáculos que ahí se presentan y con tus habilidades sorprende a nuestros alegres huéspedes. ¿La única condición para entrar?....siempre sonreír"

—Si hubiera sabido que aquella última frase ocultaba más de lo que decía en ese papel nunca habría puesto un pie dentro de este lugar. Esto es Circus Hotel, ¿Desea registrarse?

.

-o-

.

El hombre sentado detrás aquel elegante escritorio sonrió de lado mientras colocaba su barbilla sobre sus manos entrelazadas. Al parecer algo sobre todo este asunto le era gracioso, cosa que le molesto a ella.

—Interesante— susurro para sí mismo y ella lo observo extrañada.

« ¿Interesante? ¿Qué había de interesante?» pensó ella.

Toda la situación la tenía de un humor de perros así que una respuesta tan "elocuente" como esa casi la saca de sus casillas. ¡Ella quería salir de aquel lugar en ese mismo instante! Si tan solo hubiera hecho caso a su tan molesta consciencia no estaría metida en todos estos problemas, se decía. Pero no, como ya era normal, siguió a su siempre equivocado instinto para nuevamente caer en un lio.

Había personas que nunca aprendían y ella pertenecía a aquel selecto grupo.

¿Cómo había llegado a esto? Déjenme contarles desde un principio.

Era otro de esos días fríos en los que daba mucha pereza solo levantarse de la cama pero justo hoy debía asistir a aquellas entrevistas de trabajo que tanto le habían costado conseguir, así que esos 5 minutos que siempre le gustaba darse de más en su cómoda cama este día estaban prohibidos. Con el dolor del alma tuvo que separarse de su adorada cama y correr a darse un baño para por fin despertarse por completo.

Cuando estuvo por fin arreglada y lista se movió a la cocina en busca de su desayuno que nuevamente volvía a ser solo un simple y sencillo tazón de cereales, mientras degustaba de este en la pequeña mesa que se encontraba situaba en la esquina de su diminuta cocina su gato, Kero, hizo su aparición enredándose entre sus piernas ronroneando cariñosamente y eso solo podía significar una cosa para ella.

El amargado gato tenía hambre.

Kero nunca se acercaba a ella de forma cariñosa a menos que no quisiese algo.

—Tu amor hacia mí solo es pura conveniencia— le dijo ella al pequeño gato amarillo de mala gana y este como siempre se hizo de oídos sordos.

"Es un animal, Sakura. Ellos no entienden" diría su amiga Tomoyo mientras la reprendía con la mirada, pero ella estaba segura que aquel gato no era normal.

En ocasiones le parecía estar tratando con una persona escondida en el cuerpo del gato. El era tan engreído y amargado como un ser humano. Hasta cuando la miraba de forma amenazante a ella le parecía estar enfrentándose a otra persona.

— ¿Eres alguna clase de espía cierto?

El animalito maulló en respuesta.

— ¡Lo sabía! — grito, pero luego cayó en cuenta de lo estúpida que se veía al hacer caso a su imaginación «de nuevo» y lo ilógico que de igual forma sonaba así que volvió a serenarse.