Aquí estoy otra vez, frente a esta computadora; escribiendo lo que siento cada vez que se cumple un mes desde que me abandonaste. Siempre he intentado descifrar porque me dejaste, yo te amaba tanto y éramos tan felices juntos, te odio, te odio pero...
Julián: De verdad que eres perversa mi reina, muy perversa... dime una cosa ¿no hubiera sido mejor tener a Poncho comiendo de tu mano con aquel hijo que esperabas?
Dama: ¡Por supuesto que no! Un hijo hubiera arruinado todos mis planes, Julián.
Julián: Bueno pero quizá habrías logrado que Alfonso se casara contigo
Dama: Sí claro –irónica- para que le dedicara todo el tiempo a ese bebé y yo habría perdido mi hermosa figura, habría pasado a segundo término. Además eso de cambiar pañales y escuchar llorar a un bebé cada hora no lo soportaría –hizo una mueca desagradable-
Julián: ¿Y ya pensaste en lo que va a pasar si Alfonso se llega a enterar de lo que hiciste?
Dama: Eso no pasará, querido –puso su dedo índice en el labio inferior de Julián- es un secreto que solamente tú y yo sabemos y más vale que no se te ocurra revelarlo.
En el Bar
Dul: Ucker llevas más de 20 minutos queriéndome decir algo ¡dilo ya! –Desesperada-
Ucker: ¿Estas saliendo con Danilo?
Dul: ¿Tanto rodeo para eso? –se comenzó a reír-
Ucker: Bueno sí, me puedes contestar
Dul: -Suspiró- pues sí, estoy saliendo con él ¿Por qué tienes tanto interés en saber?
Ucker: Bueno porque eres mi amiga y hace mucho que no platicamos
Dul: Danilo me gusta y estoy saliendo con él
Ucker: ¿Ya son novios? –triste-
Dul: Aun no, solamente somos amigos, estamos viendo si las cosas se dan –Sonrió-
Ucker: Tú no puedes andar con él Dul
Dul: ¿Ah sí, y por qué no? Sabes qué Ucker, fue una mala idea venir aquí –se levantó de su asiento-
Ucker: Porque estoy enamorado de ti Dul –la jaló del brazo y la besó-
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A día siguiente
En el departamento de las chicas
May: -Sorprendida- ¿te beso?
Dul: Sí. Justamente estaba por irme del bar cuando lo hizo
Annie: ¿Y qué paso después?
Dul: Pues le di una cachetada –avergonzada-
Annie: pobre Ucker, ahora entiendo por qué llego sobándose la mejilla cuando Poncho y yo salíamos del depa, te pasaste Dul
Dul: Bueno es que no supe cómo reaccionar, jamás esperé que me besara. Pero ya fin del tema, mejor cuéntanos ¿qué tal tu noche con Poncho? –picara-
