PRÓLOGO

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El destino es una fuerza inevitable e ineludible que rige y guía la vida de cualquier ser existente. Pero, ¿usted cree en él?... ¿en verdad piensa que hay un poder superior con la capacidad de manejar sus pasos cual titiritero?... ¿No?, entonces tal vez usted sea de las personas que luchan y moldean su vida a su entero gusto; con caídas, errores, aciertos, felicidad, tristeza, amargura, éxitos, en fin, todo provocado por usted y por sus decisiones. Si es así, felicidades, es un hombre o mujer optimista.

Sin embargo, ¿Qué ocurre cuando algo se lleva a cabo de forma perfecta, correcta, confiable y segura y termina siendo un desastre?... mala suerte, dicen muchos si no es que todos con filosofía positiva. Y esa misma suerte siempre ha sido evocada cuando las situaciones salen bien o resultan mal sin importar el grado de esfuerzo que se aplique para evitar o provocar tales consecuencias.

¿No le ha pasado algo así? ¿No ha culpado una sola vez a la suerte o quizás alabado?... ¿sí? Es en este punto donde posiblemente se cae en una disyuntiva. ¿Si no se cree en el destino como se puede creer en algo como la vil suerte?

Es por ello que le invito a que imagine lo siguiente: una silla negra, una mesa pequeña del mismo color y encima de ella decenas de vasos idénticos de unicel con tapa y rotulados con la palabra café. Ahora bien, tome asiento, revise cada recipiente con la vista y elija solo uno.

No se precipite, pues existe una diversidad increíble de métodos para consumir café en todo el mundo; café con leche, capuchino, americano, frappé, irlandés, vienés, moca, carajillo, etc. Piénselo bien, tómese unos minutos, puesto que puede elegir su favorito o el que peor le sienta a su paladar.

Elija y beba un sorbo.

¿A que le supo? Tal vez muy cargado, ácido, sin azúcar, insípido o quizás dulzón, achocolatado, con exceso de azúcar, suave como vainilla o fuerte como el alcohol.

La vida también posee su variedad infinita de sensaciones.

Si comparamos los gustillos de esa bebida con los de nuestra existencia... ¿Qué fue lo que le hizo elegir ese café sobre los demás? ¿Qué es lo que nos hace tener un sabor u otro en la vida? ¿Es suerte o destino?...

Hay una cafetería donde sus trabajadores no creen en las decisiones resueltas con una moneda al aire e incluso tienen la habilidad para probarlo a quien se los cuestione... ¿le gustaría adentrarse en ella y poner a prueba sus creencias? ¿Sí?... entonces bienvenido sea y póngase cómodo, aunque le advierto que ahí no encontrará menú, solo pesadillas de sabores...

The Little Coffe Shop Of NightmaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora