-John, bajate inmediatamente de esa silla. No hay fuego.
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH ABEJAAAAAS MUTANTEEES
-JOHN WINSTON LENNON! Ya basta. Que estuviste tomando?
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH
Este tipo ahora si se volvió loco. No creo que esté haciendo de payaso, no necesita hacerlo conmigo y nunca lo hace en el estudio. Dios, no me digas que estuvo tomando esa porqueria que hace furor. ¿Como puede ser tan tonto como para tomar cualquier droga que se le cruce? Ya sé, Ringo debe saber,entre ellos se cuentan todo.
-Hey Ringo. ¿Qué tiene Johnny?
-Lentes nuevos. ¿Por qué?
-No tonto, esta arriba de una silla gritando y diciendo que hay fuego.
-Ah, habrá tomado un poco de LSD, nada más.
-¿LSD?. ¿Y eso?
-Ay Paul, estás fuera de moda. Es un ácido que se les dio por probar a George y a John.
-¿George tambien?
-Sí, dice que se busca a su yo interior. Los trae bastante tocados, ven fuego por todos lados y alucinan.
Puse los ojos en blancos y dejé tranquilo a mi baterista. Si, no sé porque "mi" baterista, simplemente me lo adueñé. Pero...un momento. Lennon está desvariando en el estudio pero, ¿y George? Ay Dios, soy Paul McCartney, no un empleado de bar que tiene que despabilar drogados...
Entré al baño y encontré a George profundamente dormido, en posición fetal. Admito que al principio me dio un poco de miedo, creí que estaba dormido para siempre. Pero al tocarlo un poco abrió los ojos y comenzó a temblar como loco.
-¡Hari! ¿Todo en orden?
-Si, todo bien. ¿Vamos a terminar la cancion?
-No. John tomó ese ácido y no puede coordinar ni dos palabras.
-Wow, ¿lo tomó en el estudio? ¡Es un maldito! Le dije que no lo haga, si no nos comportamos EMI no va a renegociar...
-Si claro, ¿y vos? ¿Qué hacias dormido en el baño?
-Tomaba un descanso. ¿Acaso está prohibido?
-Harrison, no me provoques. No voy a decirles lo que tienen que hacer, no soy su madre. Pero no sean tontos...
-Ya Paul, no molestes, ¿si?
Me agarró por el hombro y me condujo hasta el estudio, restándole importancia al asunto. Yo estaba todavía bastante preocupado, podían arruinarse la vida con eso. Cuando entramos, no quise mirar que estaba haciendo John, pero tuve que hacerlo. Para mi sorpresa, estaba sentado tocando con mucha tranquilidad. Nos dijo que tenía una letra nueva: una extraña canción con frases inconexas y palabras que yo no conocía, palabras de la "jerga ácida" según me explicó George.
-Toma un poco de esto Paul, y ayudame a terminar la letra.
Miré a John y al vaso alternadamente. No tenía dudas de que ahí adentro estaba la bendita sustancia que los hacía delirar. Por un lado sabía que si no tomaba eso me distanciaría de ellos, cosa que no quería. Pero también había oído que cuando uno toma ácido, no vuelve nunca más a ser el mismo.
-No, gracias John. Quizás en otro momento.
-"No, gracias John. Quizás en otro momento" ¡Cobarde!
-No me imites, tonto. Creo que ya es hora de que me vaya a casa.
-¿Qué pasa? ¿Mami no estaría orgullosa si Paulie toma ácido?
-Callate John, estás totalmente loco. Mi madre murió hace años.
Tomé la decisión más sana de mi vida: irme de allí. Mañana se le pasaría el efecto, y probablemente no se acuerde nada de eso. No podría pegarle, no está en sus cabales.
Con el tiempo me di cuenta que quizás el LSD fue uno de los primeros factores que me alejara de John. No me arrepiento de mi decisión. Es más: mi espíritu curioso me llevó finalmente a hacer unos 4 o 5 viajes. Pero comprendí que no tenían ninguna gracia. Mas sana, mejor y barata era la marihuana, sin lugar a dudas.
