Capitulo 1.

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Evadne

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Evadne

El sonido del carro de mi padre me despierta, no sé cuál es la hora, hoy es sábado y no me importa mucho madrugar un fin de semana, digamos que disfrutare desde ahora el poco tiempo que me queda antes de que me gradué y comience a trabajar. Son las 11 am y me dispongo a levantarme, cepillar mis dientes y vestirme para luego bajar y ayudar a mi mama con la comida.

Un olor muy grato hace que cierre mis ojos y me imagine el sabroso pastel de plátano que está haciendo en la cocina. Esto de ser hija única trae sus cosas buenas, mi madre siempre cocina alguna comida que me guste, y mi papa? Compartimos los mismos gustos y por eso no hay problema.

-Buenos días mama- la abrazo mientras veo el apetitoso pastel que se cocina en el horno.

-te levantaste por fin! Deberías aprovechar los pocos días de descanso que te quedan luego de la graduación pequeña, cuando trabajes no podrás darte este lujo, así que aprovecha- dice mi mama riéndose de mí.

-mama, yo prefiero seguir viviendo así- le digo en tono serio pero con media sonrisa en mis labios- me agrada levantarme tarde y encontrar la comida ya lista, amo esta vida- rio a carcajadas.

-Veremos si cuando te cases también tendré que mudarme contigo y hacer la comida, lavarle la ropa a tu marido y quien sabe que otras cosas tendré que cumplirle a tu esposo solo para que mi niña siga como hasta ahora- lo dice con aire pícaro. – no mama, de esa situación me encargo yo, creo que prefiero sacrificarme yo y atender a mi marido, la comida y lo de lavar si lo puedes hacer tu- no paro de reírme, siempre he compartido una relación muy cercana a mi madre y cuando hablamos indirectamente y con mensajes dobles lo disfruto mucho, mi madre es como una mejor amiga.

Después de la comida subo a mi habitación, no paro de pensar en lo que ocurrirá en 2 días! El lunes será mi graduación, mi estómago lo sabe, después de la comida comencé a sentir como bailaba el pastel de plátano en compañía de mi jugo de moras, desearía que el momento llegara ya! Debería saber controlar mi ansiedad, que futura Psicólogo no lo haría? Si no puedo controlar un simple estado no quiero ni imaginarme atender a cientos de pacientes a diario- me dije a mi misma mientras soltaba una risa. Además estaba solaa! Quien se ríe sola? Yo! Una psicólogo que a veces piensa estar hasta más necesitada que los pacientes- trato de contener risas al pensar en eso, nunca pierdo mi sentido del humor, me encanta bromear, y me siento libre así.

El resto de la tarde transcurre normal, al igual que el domingo, lo único diferente es que mi papa nos invita a cenar en un restaurante que queda más o menos a 15 minutos de la casa.

-Evadne- Dice mi padre- creo que dentro de unos meses estaremos en una mesa parecida, la diferencia será que mi hija pagara la cuenta con el sueldo que ganara como la mejor Psicólogo del país- mi mama y él se ríen.- Bueno papa yo le comentaba a mi querida Amanda (Era el nombre de mi mama, y Evans el de mi papa) que a lo mejor sería excelente seguir viviendo y siendo mantenida por mis hermosos padres, no te parece una buena idea?- mi padre no pudo contener una risa que se escuchó en todo el lujoso restaurante.

Mi familia era la mejor, todos tan alegres y amables, mi madre era una hermosura, bastante alta, de piel blanca, ojos color miel y cabello castaño claro, por otra parte mi parte mi padre tenía el cabello oscuro, negro, y yo corrí con la suerte no tan suerte de tener el mismo cabello que él, aunque el cabello de mi madre era hermoso, el mío no quedaba atrás, era muy largo, oscuro y liso.

Al llegar a la casa después de la cena me sorprendo al ver a mi querido amigo esperándome con lo que parecía ser una bolsa de regalo. Había sido mi compañero desde el primer día que entre en la universidad y hasta ahora nuestra amistad era hermosa, con un vínculo muy fuerte.

-cesarrr... grito mientras voy corriendo a quitarle la bolsa y ver lo que hay dentro- me sorprendo al ver una cajita de mis chocolates preferidos, lo amaba, me conocía tan bien.

-Pequeña Eva, por ahí escuche que mañana es tu graduación, le traje un obsequio.- dijo el- Pequeño Cesar, también es tu graduación y yo no tengo nada que darte, me siento desgarrada sabes?- le digo mientras coloco una mano en mi pecho y trato de poner una cara triste.

-Si me consiguieras una cita con esa prima tuya que vive a 1 hora de aquí seria el regalo perfecto de graduación- el tampoco perdía el sentido del humor, era como yo, en versión masculino.

-Algún día...- digo mirándolo con una sonrisa que no cabía en mi rostro. Era mi amigo, aunque mucha gente decía que podíamos ser la pareja perfecta, él y yo no pensábamos así, nuestra amistad era hermosa, lo quería como un hermano, no había ningún sentimiento diferente a ese ni de mi parte ni de la suya. Hablamos por casi 2 horas, me despedí con un abrazo y subí a mi habitación, me bañe y luego me acosté en mi perfecta cama.

Y luego amaneció...

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HOLAAAAA!!! ME ENCANTARÍA QUE LEYERAN MI HISTORIA HASTA EL FINAL, LES PROMETO QUE LES VA A GUSTAR, RECUERDEN VOTAR Y COMENTAR :D GUSTO EN CONOCERLES.

Un Océano en su MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora