Tinieblas

Sombras

¿Alguna vez te has preguntado por qué la gente le tome a la obscuridad? Hay muchas teorías, muchas especulaciones, quizá demasiadas.
Algunos dicen que es porque las personas no saben lo que ahí se esconde, que al no poder ver puede haber todo tipo de cosas. En un lugar en internet leí que nuestra sombra tenía conciencia propia, que era parte de nosotros, pero también era independiente, con mente propia, es solo que la luz la mantenía atada a imitar sus actos a lo que nosotros hiciéramos, sin importar su mente individual convirtiéndola en esclava de nosotros, de nuestro cuerpo al menos, y eso le molestaba, entonces al carecer de luz la sombra se extiende en todo su ser y era cuando decidía tomar las riendas. Así que las personas le tienen miedo a la obscuridad por miedo a que su sombra se revele contra ellos.
Otros dicen que es porque no sabemos lo que en las sombras se oculta, y es más fácil ver a tu alrededor en la luz, y que aquellas bestias que se ocultan solo te causan daño, pues de no ser así, no tendrían la necesidad de esconderse. Tal vez aquellas bestias que se niegan a ser descubiertas sean sombras que se deshicieron de su cuerpo, quedándose en la obscuridad pues es el único lugar donde pueden seguir existiendo, y esas sombras corrompidas ayudan a sus hermanas a ser liberadas. De ser así la humanidad habría caído muy bajo, pues ¿cómo es posible que seres de las tinieblas se apoyan más entre ellos que nuestra raza?
En fin, yo tengo mi propia teoría. Tal vez la sombra sea la forma más física en que podemos ver el espíritu, ya que según mis creencias todo posee espíritu. Así que lo que pasa cuando no hay luz y la sombra se extiende infinitamente es que nuestro espíritu se funde con el todo, y pienso que a eso es a lo que le tenemos miedo. A ser uno con todo lo que nos rodea, a ser parte de la conciencia colectiva de la que todo el tiempo estamos rodeados y olvidar por completo nuestro individualismo, perdiendo de vista quienes somos. Le tenemos miedo a perdernos en el universo y volvernos incapaces de volver a nuestro ser.