Epilogo

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—Por favor perdóname, dame una oportunidad, te juro que te demostrare que todo lo que siento es real, que todo fue real— mirando a sus ojos hinchados seguramente como los míos, de rodillas le suplicaba, me sentía desesperado, no quería perderla, me volvía loco la sola idea de tener una vida sin ella, mi alma se salia solo de pensarlo, solo de pensar que se fuera, que jamás me perdonara, mi corazón estaba en sus manos, mi vida con ella, el sentido de todo mi existencia estaba en su respuesta , no me importaba todas las personas que estaban presentes, no me importaba si se reían de mi, si se burlaban, solo me interesaba ella, solo ella







De rodillas y con sus ojos rojos hinchados me pedía perdón, me pedía otra oportunidad, una mas, y quería, juro que quería correr a sus brazos, decirle que lo olvidaba todo, todo, que comenzaramos de nuevo, pero no, no lo haría, se burlo de mi, de mis sentimientos, de lo ingenua que fui, fui una completa estúpida al creer en cada palabra en cada acción, cada regalo, cada sonrisa, todo, absolutamente todo era malditamente falso, falso como lo que esta sucediendo ahora, como lo que me esta diciendo ahora, como todo el, piensa que caeré otra vez pero no lo haré, no le creeré, jamás volveré a creerle —adiós Marc—



—adiós Marc— con esas simples palabras sentí que mi corazón se rompió en mil pedazos, ya nada importaba, nada tenía sentido, la lastime tan profundamente que dejo de creer en mi, y creo que hasta en el amor
























Si Tan Solo Me Perdonarás Donde viven las historias. Descúbrelo ahora