La Bella Bestia #EscribeloYa

Capítulo 1: La tranformación

Desesperada por no perder a su Bestia, al que le había tomado un gran cariño, Bella le dice:

-¡No te mueras!¡Me casaré contigo!

Una ves que ella termino de decir esto, la Bestia se transformo en un apuesto joven. Solo lo vio un segundo y luego todo empezó  estar borroso, hasta que todo se apagó, quedo en negro.

Un día después, Bella despertó en su cama, le dolía la cabeza, se quedo mirando el techo por unos minutos, acordándose de todo, se levanto corriendo y se dirigió a la habitación de la Bestia, tocó la puerta y recién en ese momento fue que presto atención a su mano, esta estaba llena de pelos y con garras en lugar de uñas, se fijó en la otra, estaba igual, seguía tildada cuando se abrió la puerta, de la antigua habitación de la Bestia salió un joven que poco tenía parecido con él, lo único que había quedado era el color del cabello y de los ojos.

El joven miró a Bella y le intentó explicar.

- Cuando...Cuando yo me transforme, a ti te paso lo mismo, sino que a la inversa, yo recupere la forma que tenía antes de que maldijeran, pero tu...- ella lo miraba desde arriba, apenas unos centímetros más alta pero la transformación le había hecho ganar bastante altura, en su cara había decepción o tristeza, no lograba distinguir.

Bella camino unos pasos en el pasillo que se encontraban, hasta donde se hallaba colgado un espejo, y miró su reflejo en el: una figura peluda con una cabeza el doble de grande que la que tenía antes, sus ojos seguían siendo marrones,  estaba vestida con un gran camisón blanco.

-Te juro que esto no estaba en mis planes- empezó a decir la Bestia cuando vio la triste cara de ella- No sabía que esto iba a pasar!

Bella corrió a su habitación cerró la puerta, se largo a llorar, en ese momento recién se percato de que su antiguo vestido se hallaba cerca de su cama todo roto, abrió su closet, la Bestia había sacado todos los vestidos de talles chicos que había antes y en su lugar había comprado nuevos, igual de hermosos pero mucho más grandes. Se seco las lágrimas y decidió que se cambiaría, nada iba a resolverse llorando, eligió el menos elegante y salió. El chico ya no estaba en el pasillo, así que bajo al gran salón. Ahí estaba, preparando el desayuno para los dos. La luz entraba desde las grandes ventanas he iluminaba toda la comida, había chocolatada, pastelitos, galletitas, de todo. En ese momento se dio cuenta de que tenía hambre, mucha hambre.

-Hola, veo que encontraste los vestidos- dijo dándose cuenta de que Bella estaba en la escalera mirándolo- Sino te gustan podemos comprar otros, no hay problema.

-Nooo, están bien, están maravillosos, en realidad son demasiado...- se callo, no podría salir del palacio, si salía y alguien la veía  podrían querer matarla, no tenía sentido tener vestidos tan elegantes, pero decidió decírselo después para no ofenderlo.

Se sentaron a la mesa, Bella vio su plato había el doble de lo que ella solía comer, pero por alguna razón no tenía la sensación de que no lo iba a poder acabar, sino todo lo contrario.

-Oh, ahora vas a tener mucho más apetito que antes- le dijo él.

Ella empezó a comer, estaba delicioso, y no paro hasta ver que el plato estaba vació, se sentía mejor, ya no tenia hambre, pero tampoco estaba llena.

Luego de desayunar, se dirigió a la biblioteca, donde solían pasar el tiempo. Ella sentó y vio como él buscaba algo por toda la biblioteca luego de media hora saco un libro viejo, lo apoyó sobre la mesa y lo abrió.

-Hace un par de años, un anciano me entregó este libro diciéndome que aquí estaba la solución para mi problema, pero yo nunca lo leía, la bruja ya me había dicho que tenía que hacer: conseguir que alguien se enamoré de mi; y resignado a que esto nunca iba a suceder no me preocupaba por hacerle caso a todas las personas que querían "ayudarme¨.

Empezó a ojear el libro en silencio, se detenía en algunas hojas a leer y luego  seguía leyendo.

-Aquí esta- dijo de repente- Transformaciones de personas en bestias- Bella se levantó del sillón en el que estaba y caminaba hacía el escritorio pero cuando llego al lado de este, la Bestia cerró el libro y lo guardo en su sitio.

-No no hay solución- dijo de golpe. Se marchó del lugar, Bella estaba tentada en  buscar el libro y leerlo ella, pero se resistió, le resultaba inútil, por lo que decidió volver a su habitación. 

Ya en él, agarro el vestido roto, abrió la ventana y lo tiro, vio como se enredaba con los arbustos y se rajaba todavía más, lo disfrutó. Quería olvidar todo. Pensaba en su padre, quizás él no se querría acercar a ella, sus hermanas se burlarían, si la gente normal la veía, se asustarían, no solo su aspecto había cambiado, todo había cambiado.