Capitulo 4

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Luciano.

Me he tomado 2 semanas de vacaciones en la cual tengo prohibido ir a la compañía, mi padre me ha hecho prometerle que mientras su visita esté en la casa él no quiere que el asunto laboral interrumpa o incomode a la familia de su amigo, la verdad no creo permanecer tanto tiempo ausente, además de disfrutar lo que hago, mi trabajo como vicepresidente de nuestra compañía Familiar de autos demanda mi presencia contínua, sé que con mi ausencia algunas cosas comenzaran a funcionar regular, y no es lo que espero.

Además mi padre espera que ponga mi total disponibilidad y sobretodo que sea un poco más sociable y amable, en mi vida no he tenido tiempo para sentarme a conversar y echar chistes, creo que podría administrar mi tiempo haciendo algo más productivo y de seguro que traerá más beneficios al futuro, pero he decidido ver una vez más a mi padre feliz y por eso he tomado estas 2 semanas de vacaciones. Llega el día y comienzo a relajarme y dejar a un lado mi trabajo, solo por hoy...

Escucho algunas voces en la sala principal, veo la hora y me dispongo a salir...

Inmediatamente una sencilla y delicada silueta capta mi atención, una sonrisa... la saludo muy cordial, y me doy cuenta que la estoy mirando fijamente...

-Encantado de conocerte, Luciano- El gusto es mío, Evadne.-

El resto de la cena transcurrió... bien... agradecí que no tuviera que mantener conversaciones largas, me limitaba a respuestas cortas, ya estaba acostumbrado a ser así, el trabajo me quita la mayor parte del tiempo y no comparto casi con mi familia ya. En ciertas ocasiones pude fijarme de algunos movimientos que hacía ella, Evadne, eran muy delicados, eso me incomodaba, desplazar mi mirada inconscientemente hasta el otro lado de la mesa, donde ella estaba sentada era incómodo.

Tenía varias cosas que hacer después de la cena, salir a comprar unos medicamentos que mi madre necesitaba, lleve unos documentos a la casa de Robert, mi fiel compañero de trabajo, con el que compartía actividades extras fuera de la zona laboral y al que le tenía suma confianza, luego regresé a la casa y fui en busca de una torta de chocolate que me esperaba en la cocina... mi tranquilidad fue interrumpida cuando alguien entra...

Volteo y logro verla a ella, mirándome como si la hubiese tomado por sorpresa, y era muy extraño dado que se encontraba en mi casa, nuevamente tengo una sensación de hormigueo en mi cuerpo, no me está gustando, es algo totalmente aislado a mí – Te apetece algo?- lo único que quiero en este momento es sentir plena tranquilidad y ella no ayuda.

- Sí, me dirigía a la cocina para tomar un poco de agua, gracias- dice ella- me limito a servirle un vaso con agua y seguidamente me despido. –Que pases buenas noches-.

Evadne.

El cansancio del viaje al fin termina por ganarme y me sumerjo en un profundo y reparador sueño. Me despierto el día siguiente, después de bañarme y vestirme bajo para desayunar, vi mi reloj, marcaban las 10am. No veo a nadie en la sala, voy caminando a la cocina y escucho varias voces, ahí estaban, unos desayunaban otros conversaban, termino por unirme.

Están mi madre, la señora Arabella, Fiorella y en un pequeño mueble está el, leyendo el periódico -Buenos días tesoro, al fin te levantas, deberías ayudarnos en los preparativos para la cena de esta noche- dice mi madre al verme. –Buenos días a todos, no saben lo mucho que luché por levantarme, aun siento el cansancio del viaje- Río

Un Océano en su MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora