Capitulo 7

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CAP 7

En ese momento sentí a mis espaldas la puerta y me di cuenta que no tenía ninguna escapatoria. El corazón comenzaba a latirme a mil como si en cualquier momento se me saliera del pecho.

-          No creo estar muy segura de eso.- dije escapándome dando un paso para el costado y colocándome detrás de él.

-          ¿Y de qué estás segura?.- decía dándose la vuelta, su mirada era amenazante, me estaba comenzando a asustar.

-          Creo que será mejor que me vaya. – traté de escaparme pero él alcanzo a cogerme del brazo.

-          Tú no te irás a ninguna parte hasta que hablemos.- decía en tono frío.

-          ¿Y tú quien eres para impedir que me vaya?.- le contesté desafiante.

-          Por favor, enserio necesito que hablemos.

Di un intenso suspiro y me senté en uno de los sillones que estaban frente a su escritorio. Segundos después el hiso lo mismo sentándose delante mío.

-          Bien, asique estás en busca de trabajo ¿No es así?.- decía mientras cruzaba los dedos apoyando los codos sobre su escritorio.

-          Si…- contesté algo tímida, este hombre me incomodaba… y mucho.

-          Bueno… yo tengo algunos empleados trabajando durante el día, ya que hay personas y turistas que paran a descansar un rato. Y en la noche aumenta el número de clientes ya que hay shows y un poco de música. Deborah está todo el día atendiendo en la barra y prácticamente es como mi mano derecha.  Ella fue la que te condujo hasta aquí.

-          Qué bien…- dije algo irónica. Él ya me estaba contagiando.

-          Deberías aprender a no ser tan rebelde pequeña.

-          ¿Yo? ¿Rebelde?.- reí sarcásticamente- me parece que te estás equivocando de rol querido, y para tu información no soy ninguna pequeña, para ti no soy nada, nada.

-          Pero tendrás que serlo ya que seré tu jefe.- decía tranquilamente. Que irritador.

-          ¿Y si no tomo el trabajo?.- otra vez volvía a aparecer el tono desafiante en mí.

-          Necesitas un trabajo. ¿no?.

-          Puedo buscar otro…

-          Claro que no lo harás. Mira las condiciones son básicas, aquí tienes el contrato.

      Comencé a leer el contrato, este hombre sí que estaba     obsesionado con que sus empleados hicieran exactamente      lo que él quería.

-          Obediencias que el asistente debe cumplir:

- Tiene constantemente prohibido establecer una conversación con el cliente en horas de trabajo.

 – No está permitido en ninguna circunstancia que el asistente reciba visitas de ningún tipo bajo las horas previstas de trabajo.

– Tendrá que cumplir las órdenes que el jefe le indique y cumplir con los horarios otorgados y los cambios producidos  que éste decida.

–Si se presenta alguna queja del cliente, el jefe tomara medidas drásticas sobre el empleado.

– Queda totalmente prohibido que el asistente acceda a agredir al cliente.

-  El asistente no puede distraerse durante horas de trabajo ya sea hablando por teléfono, conversando con otro empleado u otra distracción ya que su pago será disminuido o podrá tomarse otra medida de sanción.

- No podrá presentar ningún tipo de queja absurda frente al jefe ni agredirlo a éste de manera violenta e insultante.

      Éste sujeto podría ser muy atractivo, pero parece que eso             mismo lo utilizara para hacer que las mujeres cayeran en   su trampa. Y así. Tenerlas de sirvientas en el bar. Machista.

-          ¿Alguna duda?.- Pregunta mirándome expectante esperando mi respuesta.

-          ¿Hace falta que deba firmarlo ya?.- dije algo dudativa mientras lo miraba fijamente.

-          Depende de cuando quieras comenzar a trabajar, claro que no te daré mucho tiempo para pensarlo.

-          ¿Porqué?.

-          Es solo por seguridad Sophie. Además no me gusta esperar tanto. No soy muy paciente que digamos.

            ¿Seguridad? De un momento a otro comienzo a      preguntarme a que se refería con eso. ¿A caso piensa que      yo puedo robarle o estafarlo? . Genial.

-          ¿Y cuanto es el tiempo que tengo para pensarlo?. – esto me empezaba a incomodar, tener que trabajar para este hombre tan autoritario. Sentía que mi vida casi dependía de un hilo, no quisiera imaginarme a este sujeto molesto, debe de parecerse a una gran bestia voraz.

-          Lo que realmente espero es que tengas una decisión tomada antes del martes.

Antes del martes… interesante. Tendré que estar muy segura para decidir si quiero trabajar aquí, estas obediencias hacen que me frustre demasiado de tan solo leerlas.

-          Está bien… me lo pensaré bien para el lunes entonces.- le afirme en un tono muy tranquilo.

-          Así lo espero mi querida Sophie.-  decía suavemente  con una leve y tierna sonrisa.

-          ¿Puedo marcharme ya?.- le pregunte muy nerviosa colocando despacio mis manos sobre los apoyabrazos del sillón, esto se ponía cada vez más inquietante.

-          Espera.- extendió su mano en señal de que me detuviera y se levantó lentamente dirigiéndose hasta una mesa de tragos donde veía cualquier variedad de botellas de vino, champaña y otros tipos de bebidas alcohólicas. Lo seguía atentamente con mi mirada, vigilando pausadamente sus agiles movimientos, era casi como un felino, tenaz y apacible a la vez, delicadamente encantador. – quiero charlar un rato, después de todo no vendría nada mal que nos conozcamos un poco más.- decía mientras  vertía en una copa un poco de champaña.

-          ¿Podrías decirme la hora por favor?.

-          Las  9.45 p.m. No veo por qué el apuro linda, tenemos un buen rato para hablar.- se acerco hacia mí para entregarme la copa.

-          Yo…  tengo que irme a las 10 p.m. No puedo llegar muy tarde a casa.

-          ¿Y dónde vives?.-  me preguntaba sentándose lenta y tranquilamente en su gran aposento frente a mí.

-          A unos kilómetros de aquí, lejos del centro de la ciudad.- contesté nerviosa mientras daba pequeños golpecitos en la copa donde tenía servida la champaña.

-          ¿Y vives sola o con alguien más?.-  me observaba curiosamente mientras se rascaba la barbilla.

-          ¿A qué se debe todas estas preguntas?.- le pregunte nerviosa, esto sí que ya era hartante.

-          Se supone que charlaríamos un rato para conocernos ¿No es así?

-          Entonces creo que es mi turno de preguntar.

-          Como quieras. Adelante. – decía mientras le daba un sorbo a su champaña, en su tono de voz se podía reflejar una absoluta tranquilidad.

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Bueenas aquí de nuevo, les pido disculpas por no haber actualizado pero no he tenido tiempo y además me han usurpado la computadora -.- pero bueno finalmente pude llegar y actualizar espero que les haya gustado el cap dejen comentario, y tratare de actualizay muy muy seguido :)

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