Evadne.
Miro a mi madre que desde que llegue ha estado ocupada –¡Mamá! me gustaría saber ¿porque aún no me has dicho en que puedo ayudar para la cena de hoy?-le digo simulando que estoy molesta.
-Primero deberías contarme como les fue, ¿A dónde te llevo Luciano?- Pregunta ella con aire de emoción que no entiendo.
-Pues fuimos a un hermoso museo de arte, y ya-le respondo
-Se lo mucho que te encanta todo eso del arte, estoy segura de que lo disfrutaron, ¿se la llevan bien?- de verdad siento que es imposible saber responder esa última pregunta, es lo que logro pensar.
-Pues normal mami, no llevo ni un día conociéndolo, creo que es normal que aún no conversemos fluidamente- lo digo con aire irónico, creo que no quiero perder nunca mi sentido del humor, no lo hare.
-Eso quiere decir que...?- Nada, no veo lo que quise decir, solo fue un salida normal- comienzo a sentir nervios, por dios! Me voy a volver locaa!
Mi madre se ríe –Por cierto Evadne, si quieres buscas a Fiorella y la ayudas con lo que le había delegado a ella, creo que ya todo está listo.
-Claro mami, ya la estoy buscando, nos vemosss -mi buen humor ya estaba apareciendo de nuevo, me alegra eso!
Mientras caminaba buscando a Fiorella me di cuenta de algo! Increíblemente Luciano me había intimidado de una forma que nadie lo había hecho, ok yo sé que a lo mejor era un poco callado y cerrado pero desde ahora trabajaría en mejorar nuestra comunicación para dejar de sentir esa incomodidad, y él tendría que cambiar! Lo haría! Me he propuesto caerle bien al muchacho y lo cumpliré-Pensé, y fue imposible contener una sonrisa pícara que de pronto apareció en mi rostro, ya me estaba comenzando a sentir mejor... en cuanto a lo que él provocaba en mí, como lanzarme encima y probar un poco de ese misterio que escondía, pues tendría que nuevamente reprimir eso, y pensar un poco más profesional. ¡SI! Lo haría definitivamente.
-Fiorellaaa, al fin te encuentro, ¿cómo va todo? ¿Necesitas ayuda? Estaba pensando en cómo compartir un poco más con ustedes, me gustaría conocerlos un poco y... -Evaaaa, me encanta como piensas, desde que te vi supe que eras una excelente chica, adoro la gente así- Fiorella era muy dulce, creo que de 10 palabras que decía, 9 eran dichas con amor.
Sonreí al escucharla –Me alegra saber eso, y entonces ¿en qué puedo ayudarte? Me siento un poco inútil sabes? Necesito hacer algo- la mire un poco desesperada y ella me entendió
-Tranquila chica, sé que no has podido conocer los alrededores pero tenemos como divertirnos, y pues ya termine con la tarea que tu mami me puso, voy a cambiarme y te veo aquí en 30 minutos- dijo –Me parece excelente Fiore.
¿Cómo es eso de que no conozco los alrededores? Pues esta chica exploradora comenzara a caminar y a conocer, me encantaba todo de aquí, este ambiente es muy cálido dejando a un lado al frio de Luciano claro.
Mientras camino llego al sitio donde se encuentra la piscina, es muy grande y tiene un tobogán bastante alto y cerrado, hay varias sillas playeras, esto parece un club, creo que me divertiré mucho aquí. Y Lo veo a él sentado leyendo...
-Que lees? Es raro ver a un hombre leyendo, por lo general las mujeres son más dedicadas a eso- él estaba centrado en su libro y al escucharme subió la mirada –Un libro- ok no. ¿Qué le pasa a este tipo?
-Me alegra de que sea un libro y no un dragón- digo riéndome, luego me doy cuenta de mi mal chiste, soy lo peor. El no cambia el semblante, sé que no le dio gracia lo que dije.
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Un Océano en su Mirada
RomanceUn día después de mi graduación mis padres me dan una noticia que además de alegrarme me enorgullece ya que será el regalo que recibiré de ellos por mi reciente logro obtenido, ¡un viaje a Italia! Resulta que un antiguo amigo de mi padre se ha enter...