Al día siguiente todo transcurrió normal, desayune junto a los demás y luego Salí a caminar un rato, el día estaba un poco nublado y me encantaba, días como este eran perfectos para mí.
Decidí ir al área donde estaba la piscina, se había convertido en uno de mis lugares favoritos en estos 2 escasos días que tenía aquí. Me sorprendió ver a Luciano nuevamente pero esta vez estaba conversando con otro chico, bastante alto también, de cabello oscuro, muy simpático a decir verdad, no quise interrumpir y regrese a la casa, esta vez quería conocer un poco más cada rincón de ella, camine por cada sala observando las fotos, la decoración, había un pasillo con 2 puertas donde habían varias fotos de Luciano cuando era pequeño, se veía tan tierno y sonreía en cada foto, era el niño más bello que había visto en mi vida, y no estaba exagerando.
Me detuve a mirar una foto en específico donde él tenía más o menos 17 años, salía con una chica muy linda, ¿Seria alguna novia suya?... pero alguien me interrumpió –Te puedo ayudar en algo?- Era él. Me había tomado por sorpresa su presencia, al voltear me encontré con 2 gemas azules que esperaban una respuesta.
-Me asustaste! No, que... quería conocer un poco y no sé cómo llegue hasta aquí, es muy grande la casa y este pasillo queda un poco retirado.- su cara no se veía muy convencida aunque era la verdad. –y tú que haces por aquí?- dije mientras seguía recorriendo cada una de las fotos.
-mmm...ese es mi cuarto de oficina.- respondió el. –Si? Ahh. Disculpa no sabía, pensaras que te estoy siguiendo- sonreí, mis nervios comenzaban a calmarse.
-Tu mamá te estaba buscando hace rato, me pregunto por ti, le dije que te había visto en el área de la piscina y creo que fue hasta allá –dijo Luciano. Su voz estaba un poco más ronca y no me había fijado pero tenía el cabello mojado, me acerque y sin pensarlo lo toque con una de mis manos... -Tienes el cabello mojado- no me había percatado de lo cerca que estaba. El abrió sus labios como si quisiera decir algo.
-Si... está lloviendo- su rostro no tenía expresión alguna, tenía sus ojos encima de los míos. Creo que ahí fue cuando reaccione y me aleje dando un paso largo hacia atrás. En ese momento se escuchó un relámpago muy fuerte e hizo que suspirara profundo. No me gustaban.
Lo volví a mirar -Bueno creo que baj... -Te dan miedo? Dijo frunciendo el ceño.
-No me dan miedo... solo no me gustan- y en ese preciso momento se fue la luz, vaya suerte tenía yo. –La oscuridad tampoco me gusta...- dije mientras hacia el intento de moverme de mi sitio y buscarlo, sentir que estaba con alguien me daba seguridad.
Sentí una risa ahogada, ¿Él se estaba riendo de mí?. –Aquí estoy- me dijo. Y toque su pecho... todo estaba muy oscuro. Mi tacto hizo que se tensara...
-Creo que fue mala idea venir hasta acá.- dije riendo.
-Ni tan mala...- dijo con su voz ronca.
-Créeme que no estoy disfrutando la ausencia de luz, y en una casa que no conozco menos.- una de sus manos subió a mi cintura, tanta cercanía me ponía los nervios de punta, sentí como mi corazón comenzó a latir más fuerte, deseaba que no se diera cuenta, sería muy vergonzoso aunque tenía la excusa perfecta, la falta de luz y los relámpagos me ponían así. Él no decía nada y ese silencio me estaba delatando, hacía que cualquier mínimo ruido se escuchara. –No creo llegar sola hasta mi habitación, ¿Me podrías acompañar?.- dije rompiendo el silencio.
-Claro- y fue bajando su mano hasta dejar de sentir por completo su tacto, quería decirle que lo volviera a hacer! Que mientras su mano me tocaba me sentía segura.
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Un Océano en su Mirada
RomanceUn día después de mi graduación mis padres me dan una noticia que además de alegrarme me enorgullece ya que será el regalo que recibiré de ellos por mi reciente logro obtenido, ¡un viaje a Italia! Resulta que un antiguo amigo de mi padre se ha enter...