POR SEHUN
Un niño de 10 años, con aspecto perfilado, de cabello marrón castaño oscuro, con un color de piel claro, y de mirada seria, profunda pero llena de vida, feliz al lado de sus padres quienes le brindaban amor absoluto, aquel niño tan sonriente en el que se le era preparada una vida amena de muchos éxitos y sin prejuicios ante los ojos de la sociedad. Quién iba a creer que de un momento a otro le vendría la noticia de un supuesto accidente automovilístico que acabó con la vida de sus dos únicos familiares, ahora sólo contaba con su mayordomo, la persona que cuidaba de él en los tiempos de trabajo de sus progenitores, pero tampoco se imaginaba que la persona en la que sus padres confiaban ciegamente, portaba con una máscara de mármol que cubría todas sus facetas malévolas.
"El primogénito se le será asignada la herencia total por voluntad de sus padres según lo estipulado en el testamento."
"La persona a cargo de su bienestar y crianza del niño hasta los 18 años será su mayordomo, a causa de no contar con ningún otro familiar, según lo acordado por los padres para el cuidado de su hijo, desde entonces obtendrá los derechos absolutos en cuanto a lo monetario de la familia."
Desde que aquel juicio finalizó, la vida del niño giró aproximadamente unos 180° su mayordomo quien cuidaba de él desde que tenía memoria, se adueñó completamente de todas sus pertenencias, e incluso de su casa, domándola con la compañía de su preciado hijo de 6 años. Pasaban días en el que sólo probaba un bocado al día y con suerte un poco de agua, en la cena de cada noche era un verdadero suplicio, le dejaban sentado en una de las frías esquinas del comedor en espera de alguna comida sobrante, no sabía la razón del porqué comenzó a tratarle de tal manera, pero con el transcurso del tiempo logró entender el significado de la codicia.
Era un joven analista y calculador, durante su infancia se mantuvo estudiando diferentes conceptos de materias contradictorias, cosa que encontraba en los libros de la biblioteca escondida en el sótano ahora ocupado por él como habitación, por supuesto todo ello a escondidas del mayordomo, lo máximo que podía salir era hasta el marco de la puerta que señalaba el jardín, era amenazado por matarle, y por supuesto un niño de cierta edad no sabría cómo reaccionar y el temor invadiría cada parte de su sistema, en el transcurso de su crecimiento logró crear una rutina diaria para sobrellevar todo y sobrevivir, controlaba sus pensamientos para no enloquecer, pero aquello no duró mucho.
⌛
Llovía fuertemente, los rayos y truenos dejaban un sonido en seco entre las paredes de la gran mansión, perfecto. El niño que ahora tenía 16 años, se encontraba al lado de un hombre que no pasaba de los 25 años, azotando un cuerpo sin vida que permanecía inmóvil gracias a las sogas de color gris metálico que se enredaban en sus piernas, muñecas y torso, la piel pálida del rostro del joven adolescente se manchaban de un color carmesí intenso, tenía la mirada perdida, sin brillo incapaz de transmitir algún sentimiento; aquellos orbes giraron en el mismo momento en que un grito ahogado se escuchó en la entrada del oscuro sótano que presenciaba aquella terrible escena, se trataba del único hijo del hombre que tanto temor le tenía y que ahora era un cuerpo vacío sin alma, pero justo en ese momento, el niño comenzó a correr escapando en seguida de la casa sin poder ser alcanzado por el hombre de sangre fría que le persiguió cuanto pudo pero asegurándose de no salir de la casa por las fachas en la que se encontraba.
El joven castaño ya se encontraba completamente aseado, con los cabellos alborotados que caían con descaro sobre su frente llegando a cubrir parte de sus ojos, dando un aspecto más solitario, sostenía una maleta metálica con algún tipo de candado con serial como clave, el cual entregó al hombre de hace un rato haciendo luego de ello un desdén con una de sus manos.
—Ya te puedes ir... Aquí tienes suficiente dinero como para borrar de tu memoria mi existencia, y barrer la tierra desapareciendo un saco tan insignificante como el de ahora mismo, ahora vete ya.
El hombre sin refutar, se marchó sin más, aquel que contrató después de escaparse de su casa con tan sólo 14 años de edad, gracias a la incapacidad de soportar otro maltrato más, tanto físico como psicológico, volvió después de dos años para cobrar con la misma moneda por los fragmentos de cada recuerdo carcomiéndole la mente, y.... sus sentimientos.
"Pobre joven, pesar que perdió a sus padres en un accidente, ahora pierde a su única persona de confianza que era considerado como su propia familia, todo a causa de un ladrón que se escabulló en su hogar"
Se comentaba en los murmullos de las personas ignorantes de la verdad. Resultó que aquel hombre había planeado la muerte de mis padres, como muchas más dentro de aquel frío sótano que era testigo de los gritos escalofriantes de suplica retumbando en las paredes manchadas de un tenue color vinotinto desgastado, con mi presencia consumiéndose en una esquina de aquel opaco espacio... Me llamo Oh Se Hun, tengo 22 años, y aun mi venganza no está completa, no descansaré hasta hacer pagar el daño causado, ocasionaré que te retuerzas en el infierno viendo sufrir a tu querido hijo tanto como sufrí yo...
Para ello debo encontrarlo de nuevo.
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Forgive me. [HUNHAN]
FanfictionGracias a la infancia mediocre que despedazó los sentimientos de Oh Se Hun, después de que sus padres murieran, éste se volvió frío, calculador y por sobre todo un dominante posesivo. Luego de ser testigo de como se le arrebataba la vida de la perso...