Mordida

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A veces quisiera encontrar ese valor de decirte todo lo que siento. Pero solo lo puedo representar con garabatos, eran muchos de los pensamientos que me inundaban.

¿Qué no eras Hetero?

-no me molestaría salir con un chico- me dijiste ese día

Fue algo que hizo a mi corazón latir más rápido.

Y ahora tenerte a lado abrazándome mientras escribo esto, me tienes vuelto loco mi lobo.

-Pam...- dijo el pelinegro interrumpiendo al de lentes rojos que se encontraba escribiendo en su celular.

-dime- contestó él de lentes acariciando uno de los brazos que rodeaban su cintura proveniente del pelinegro.

-¿podes apagar esa mierda de una vez? Quiero dormir- gruñó el más alto con sus ojos entrecerrados que lo cegaban por la luz del celular que sostenía pam. Pam dio un suspiro y apago el celular dejándolo abajo de la almohada en donde estaba recostado, seguido a esto se hundió en el pecho del pelinegro aún siendo abrazado por el ya mencionado.

Pam estaba apenado, no decía ninguna palabra. Era un silencio hasta que escucho de parte del pelinegro susurrar en su oído pícaramente.

-¿jugamos al conejo y el lobo?- susurró el pelinegro soltando su aliento en el cuello de Pam el cual le daba escalofríos más que lograr excitarlo de alguna manera.

El de lentes agachado de hombros y ocultando su cuello debido a los escalofríos que le dio el más alto solo lo miro y asintió apenado.

-pero habla la concha de la lora-

-que si conchudo-

Alan al escuchar la respuesta del castaño se levanto de la cama retirando sus brazos que rodaban al conejo, a lo que Pam entendió segundos después que el juego empezaba, y eso hizo empezó a rodar por la cama mientras alaba trataba de acorralarlo en el mismo lugar hasta que llegó un momento en el que este salto encima de Pam dejándolo abajo mientras sujetaba a este de las muñecas.

- Eso no cuenta- mencionó Pam con tono de berrinche mientras daba pequeñas patadas.

- Jamás dijiste que eso estaba dentro de las reglas conejito~- dijo el lobo con tono de burla a lo que dio un beso a su conejo.

Era un beso tierno y suave al principio, ambos lo disfrutaban, cuando estaban a punto de separarse por la falta de aliento el pelinegro mordió levemente el labio inferior del castaño a lo cual este se sonrojó en el acto.

Pam separó al más alto avergonzado a lo que en seguida cubrió su cara con ambas manos.

Se escuchaban las risas del más alto el ver a su conejito de esa manera y solo dio un pequeño beso en las manos del pequeño antes de acostarse a su lado.

One-shot Juego del conejo y el lobo (Alam)Where stories live. Discover now