Romance Bajo Fuego

Día de infamia

                                    Diciembre 7, 1941

Paul, Paul, carajo Paul despierta nos están bombardeando.
- Me cago en la puta... Quien ?

- No hay tiempo, Ponte los zapatos y lleva tu trasero a la cubierta. 

Paul
Era increíble al salír del cuarto de literas era un completo caos, había soldados gritando y corriendo por todas partes, algunos iban en ropa interior, yo, por suerte tenía la costumbre de no quitarme los pantalones al dormir.
Al pasar por la barberia encontré soldados heridos y muertos por todas partes, de igual manera en la cocina y en el resto de salones que habia que pasar para llegar a cubierta.
Una vez ya en la cubierta no podía creer lo que veia, aviones japoneses escupiendo balas por todas partes, inmediatamente el capitán del navío Richard Moore me entregó un M1 Garand, lo tomé algo asustado ya que era un rifle semi-automático y no tenía el alcance para derribar un avión.
Posteriormente tome una amtralladora con la que era más fácil abatir aviones.
Todo corría bien hasta que de pronto sentí una bala que atravesaba mi pierna izquierda, caí al suelo y arrastrándome conseguí atar un trapo a mi pierna para que no se desangrara. Parece que no funcionó, me desmaye.

Al despertar estaba en la sala de enfermería, al menos eso creia, Era un lugar horrible.
Había mujeres vestidas de blanco por toda la sala, una gran mayoría salpicadas de sangre, Había hombres gritando por todas partes pero en medio de tanta gente, la vi a ella como si sólo estuviésemos los dos en la sala.
Era una chica que te tez blanca, cabellos rubios, y de tal vez 1.85 metros de altura, venía a curarme el tiro de mi pierna,
-

a ver, veamos esa pierna- dijo
-le sonreí-
Mientras ella limpiaba mi herida, mis ojos se deleitaban viendo su hermoso rostro.
-¿ por que me ves tanto ?- dijo
- porque seria un desperdicio de belleza no hacerlo- respondí
Ella sólo sonrió y continuó limpiando mi herida.

-¿ cuál es tu nombre ?- pregunté
- Clara Wood- respondió

Luego, ella terminó de limpiar mi herida y se fue, lanzándome una mirada coqueta. 

Luego salí de ese horrible lugar al que le decían enfermería, más bien parecía una escena de algún rodaje de zombies. Era horrible

Al salir de ahí, hablé con varios soldados sobre lo que habia pasado antes, fue un desastre, 4 acorazados undisos, 3 dañados, uno ecallado, 5 barcos undidos, 188 aviones destruidos, 159 dañados, dos mil cuatrocientos muertos y mil docuentos heridos aproximadamente, nos habían roto el culo los japoneses.