¿Me Prestas A Tu Novio? (Minhyuk Y Tú) Cnblue

CAPÍTULO 14

14. Vida o muerte.

Lo acompañe hasta la habitación donde se sentó y con ojos adormilados comenzó a desabotonarse la camisa con dificultad. Trate de desviar mi vista hacia otro lado, no me quería ver como una mirona o algo por el estilo. Al cabo de unos minutos lo escuche soltar una maldición.

-Mi bella Flor ¿Me ayudarías a quitarme la camisa?- lo mire con los ojos bien abiertos.

-¿Quieres que… que… yo… te ayude a…?- tartamudeaba nerviosa dejando la pregunta inconclusa, sintiendo mi garganta repentinamente seca.

-Sí por favor. Es que no puedo.- exclamo con frustración, dejando caer los brazos a sus costados con cansancio.

Me le quede viendo un buen rato. Notando primero que, en efecto, en todo este tiempo solo había logrado desabotonar los primeros dos botones; y en segundo, que su mirada no revelaba nada más que cansancio. Así que no estaría maquinando ningún plan, como el de hace rato.

Camine de manera deliberada hasta estar frente a él. Minhyuk se puso de pie, supuse que para facilitarme el hecho de ayudarlo.

Con dedos temblorosos, debido a mi estado de nerviosismo, comencé a desabrochar los botones uno a uno. El olor a alcohol que antes emanaba de su cuerpo había sido totalmente desplazado, dejando solo el embriagante aroma masculino muy propio de Minhyuk que lograba nublarme los sentidos, dificultando aún más mi labor.

Trataba con todas mis fuerzas que mi mirada se centrara únicamente en los botones de la camisa, para no ver lo que esta cubría. Pero vaya que la carne es débil. Por lo cual me fue imposible no ver, mientras descubría cada parte de su torso, los pectorales bien formados, su abdomen muy bien trabajado y marcado con seis músculos que resaltaban. Casi como si quisieran que los mordiera de uno a uno.

¿Cómo se te ocurre pensar eso?, me reproche a mí misma, pero no me pueden culpar. No todos los días te encuentras desvistiendo a un adonis, que además te gusta.

Al terminar con mi labor me separe un paso de él, aún sin poder quitar la vista de su torso desnudo. Por esa razón me tomo por sorpresa cuando Minhyuk me ofreció la camisa que se acababa de quitar.

-Toma. Póntela antes de que se seque el vestido y te enfermes.- asentí y tome la camisa, apenada de que me hubiera descubierto comiéndomelo con los ojos, pero al parecer no se había dado cuenta porque de lo contrario hubiera fanfarroneado por el asunto.

Me quede otro rato ahí, viéndolo, me sentía como hipnotizada. Su cuerpo era una delicia para los ojos femeninos. El solo pensar que alguna otra mujer hubiera tenido el placer de verlo me daba mucho celos, pero bueno lo importante es que en ese momento yo era la única afortunada.

Decidí que era momento de marcharme cuando lo vi desabrochar el botón del pantalón y bajarse el cierre sin siquiera notar mi presencia, por lo que rápidamente salí de la habitación en dirección al baño para cambiarme.

Ya adentro y habiendo normalizado mi respiración después de semejante espectáculo, me quite el vestido y lo coloque encima del tubo de la cortina de baño. Quien iba a pensar que la jarra tuviera la cantidad de agua suficiente como para mojarme tanto.

Respire profundo después de colocarme la camisa de Minhyuk, llenando mis pulmones de su delicioso aroma. Doble un poco las mangas de la camisa, la abotone hasta un poco más arriba del pecho y verifique el largo; me llegaba a media pierna. Me sentía bastante desnuda pero bueno, era mejor eso a enfermarme. Antes de salir me lave la cara para quitar el rastro de maquillaje.

Asome la cabeza por la puerta de la habitación de Minhyuk, donde la luz estaba apagada y la poca luminosidad que había era gracias a una lámpara. Lo vi sentado con tan solo un pantalón holgado color gris, sus manos descansaban sobre sus piernas. Mis ojos subieron por sus fuertes brazos hasta sus hombros siguiendo por su cuello, pasando su boca, su nariz y por último sus ojos ámbar que me miraban con diversión.